Un mundo diminuto de posibilidades
A una escala imperceptible para el ojo humano, existe un mundo diminuto que puede modificarse y aprovecharse en múltiples aplicaciones ultramodernas, desde la tecnología integrada hasta el diagnóstico médico. El proyecto financiado con fondos europeos Bisnes («Superficies bioinspiradas, autoensambladas y nanohabilitadas») trabaja en técnicas avanzadas de nanofabricación con las que crear superficies nanoestructuradas abarcando del nivel submolecular al supramolecular. Estas nanosuperficies de alta resolución miden entre unas decenas de nanómetro (nm) a cerca de cien nm, es decir, poseen un tamaño similar a las superficies biomoleculares (el tejido humano), lo que les permitiría interactuar con biomoléculas. Además, el equipo de Bisnes se dedica a crear nanoestructuras bio-no-bio que puedan conservar o amplificar las funciones biológicas de biomoléculas integradas, una perspectiva muy prometedora para posteriores aplicaciones médicas. Para cumplir sus objetivos, Bisnes desarrolla software y algoritmos informáticos capaces de representar y cuantificar superficies biomoleculares. Estos conocimientos permitirán el diseño, la fabricación y la aplicación de biodispositivos híbridos avanzados que sean más sensibles y más eficientes en cuanto a tiempo y costes. El equipo del proyecto se compone de varias pequeñas y medianas empresas (PYME) interesadas en constituir empresas tecnológicas derivadas (spin-off) basadas en estos resultados tan prometedores, lo cual cobra sentido sobre todo si se tienen en cuenta las previsibles repercusiones en una gama muy amplia de productos y aplicaciones, entre ellos dispositivos para el descubrimiento de medicamentos y técnicas de diagnóstico ultrasensibles. Entre ellos se incluyen diversos aparatos importantes para el estudio de afecciones críticas como las neurodegenerativas y el cáncer. Además, esta tecnología puede emplearse para desarrollar superficies bactericidas inteligentes y dispositivos médicos para el estudio in vitro de proteínas específicas. Por último, pero no por ello menos importante, hay otras aplicaciones prometedoras, como nanodispositivos híbridos con propiedades electromagnéticas que permitirán en el futuro que los dispositivos informáticos rindan con mayor eficiencia.