La seguridad para motocicletas se pone en marcha
Miles de personas mueren cada año en accidentes de carretera en la Unión Europea; a un ritmo aproximado de cien cada día. El número de víctimas relacionadas con accidentes de motocicleta alcanzó las 6 000 en 2001. En los últimos años, la Unión Europea ha lanzado una colección de iniciativas y programas destinados a atajar esta carnicería y, al parecer, el esfuerzo está dando frutos. Las estadísticas más recientes de la Comisión Europea revelan que las víctimas en carretera en la Unión Europea han descendido un 11 % en 2010. Si bien esta cantidad es alentadora, todavía se puede hacer más para seguir reduciéndola. El proyecto SIM («Seguridad en movimiento»), financiado por el Sexto Programa Marco (6PM), pretendía desarrollar un vehículo de dos ruedas equipado con nuevos dispositivos de seguridad que pudiesen reducir el número de accidentes y sus consecuencias para los conductores. El proyecto SIM utilizó una estrategia integrada de seguridad para motocicletas apoyada en tres pilares básicos: el vehículo, el conductor y la infraestructura vial. También procuró mejorar la seguridad preventiva y activa basándose en la gestión electrónica de los subsistemas del vehículo y la mejora de la interacción persona-máquina (HMI). También se trabajó en el desarrollo de dispositivos de seguridad pasiva integral. El proyecto se dividió en varias fases: análisis inicial, desarrollo de sistemas, aplicación y pruebas. A partir de los siete supuestos de accidente principales elaborados durante el proyecto anterior APROSYS, financiado por la Unión Europea, el proyecto SIM definió una estrategia de seguridad y las especificaciones de un sistema de seguridad basado en el descubrimiento de que estos accidentes se podrían haber evitado o su impacto se podría haber mitigado. SIM desarrolló un sistema de frenado antibloqueo y un sistema de suspensión electrónica integrados en el prototipo final. El sistema de seguridad preventiva del prototipo consistía en el concepto de gestión de la información IMB aplicado a motocicletas y en dispositivos HMI mejorados que, juntos, podían mantener al conductor informado del estado del vehículo y de cualquier condición crítica que se pueda producir. El proyecto también desarrolló una arquitectura de seguridad cooperativa que consistía en un airbag frontal, un dispositivo hinchable incluido en la ropa y una unidad de control de airbags para activar estos dispositivos. Las pruebas finales del sistema integrado de seguridad activa demostraron una mejora apreciable de los niveles de seguridad que se logró gracias a aspectos como el aumento de la maniobrabilidad del vehículo y la reducción de las distancias de frenado mediante la identificación de condiciones adversas en la vía, entre otros. Los elementos de seguridad pasiva también obtuvieron buenas puntuaciones en las pruebas y sirvieron para reducir significativamente la incidencia de las lesiones más relevantes, como las provocadas por un latigazo cervical. Esto confirma que el sistema de seguridad integrada de SIM es un paso esperanzador para lograr una mayor seguridad en carretera en lo que respecta a la conducción de motocicletas.
