El flujo del azufre en el medio ambiente
Los socios del proyecto financiado por la Unión Europea Sulfutopes se centraron en la detección de cuatro isótopos del azufre en sistemas acuáticos y sedimentarios naturales. Los investigadores estudiaron muestras de sedimentos y de aguas ricas en azufre procedentes de la costa neerlandesa del Mar de Frisia (o Mar de Wadden). Además analizaron la composición en isótopos de azufre de muestras de fuentes hidrotermales del Parque Nacional de Yellowstone (Estados Unidos) y de aguas subterráneas del marjal Great Marsh de Delaware (Estados Unidos). Las nuevas técnicas analíticas basadas en la espectrometría de masas permitieron a los investigadores utilizar tanto los isótopos de azufre tradicionales como otros poco comunes en su investigación sobre el ciclo natural del azufre. El objetivo era diferenciar entre los sistemas naturales en los que el sulfuro de hidrógeno se produce a partir de sulfatos y los sistemas en los que el azufre se reduce y se oxida en un proceso conocido como desproporción o dismutación. os científicos también distinguieron entre sistemas en los que los compuestos de azufre se producen por la oxidación de sulfuros de hidrógeno y sistemas en los que interviene un mineral o un componente biológico. Esto fue especialmente pertinente en los casos del azufre disuelto (polisulfídico) y el azufre insoluble (elemental) cero valente. Inesperadamente, los investigadores detectaron elevadas concentraciones de cianuro de hidrógeno y tiocianato en las aguas subterráneas del Great Marsh de Delaware. Investigaciones adicionales demostraron que el cianuro lo producen las raíces de la gramínea perenne propia de los pantanos Spartina alterniflora. Los miembros del consorcio descubrieron que los principales sumideros de cianuro de hidrógeno libre eran los complejos con Fe (II), la adsorción sobre sedimentos y la reacción con ciertas especies del azufre. La reacción conlleva la formación de tiocianato, un compuesto menos tóxico que el cianuro de hidrógeno. Los datos extraídos a partir de las muestras de sedimentos y aguas del Mar de Frisia, Yellowstone y el Great Marsh de Delaware han permitido a los investigadores recrear el flujo de azufre a través de complejos sistemas bioquímicos. Dicha información ayuda a comprender mejor la importancia del azufre en el medio ambiente natural y en la propia vida.