Las ramificaciones de la guerra en el estrés
Sus investigadores evaluaron a 3 313 residentes en zonas afectadas por la guerra en 5 países balcánicos: Bosnia y Herzegovina, Croacia, antigua República Yugoslava de Macedonia, Serbia y Kosovo. También evaluaron a 854 refugiados de esos mismos países en 3 naciones de la Unión Europea: Italia, Alemania y Reino Unido. El equipo del proyecto Connect, en el que participaron psiquiatras, psicólogos y psicoterapeutas de los países balcánicos abarcados y también expertos de la UE, estudió las consecuencias para la salud mental de las guerras de los Balcanes. Mediante esta iniciativa se evaluó la evolución a largo plazo, en los planos clínico y social, tras la exposición a acontecimientos bélicos potencialmente traumáticos. También se describió la influencia de factores sociales así como de una gama de intervenciones sanitarias y de trabajo social en dicha evolución. Además se calcularon los costes derivados de la atención sanitaria, comparándolos entre los distintos países. Los responsables del proyecto observaron tasas elevadas de prevalencia de trastornos de la salud mental tanto en el grupo afectado por la guerra que residía en los Balcanes como en el de refugiados en países occidentales. En concreto, en los países balcánicos, las tasas registradas de trastornos por ansiedad fueron del 33,5 % (con variaciones entre el 15,6 % y el 41,8 %), y las de trastornos del ánimo del 28,3 % (entre el 12,1 % y el 47,6 %). Entre los refugiados, las tasas fueron del 43,7 % (intervalo de 30,3 a 60,7 %) y 43,4 % (entre 30,0 y 57,4 %), respectivamente. Más específicamente, los trastornos más frecuentes fueron el de estrés postraumático y la depresión. En su conjunto, estos índices son sustancialmente superiores a los registrados anteriormente en poblaciones de países occidentales no afectadas por situaciones de guerra. La exposición a sucesos bélicos más traumáticos se relacionó con tasas más elevadas de trastornos del ánimo y de ansiedad tanto entre los residentes de los Balcanes como entre los refugiados. Sin embargo, también se asociaron a una prevalencia más elevada de estos trastornos factores sociales como el desempleo y concretamente los relacionados con la migración entre los refugiados (por ejemplo, tener una situación legal provisional y la sensación de no ser aceptado). Estos hallazgos han puesto de relieve no sólo los efectos de la exposición a los traumas de la guerra, sino también la importancia de las condiciones posteriores a ésta en lo que se refiere a la incidencia de problemas de salud mental en poblaciones expuestas a conflictos bélicos. Por cuanto a los costes asociados, se apreció que las experiencias de la guerra y sus efectos sobre la salud mental llevan aparejados un incremento de los costes sanitarios incluso al cabo de muchos años, en especial para quienes permanecen en la zona del conflicto. El estudio incluyó el seguimiento de participantes con diagnóstico de trastorno por estrés postraumático durante un período de un año. Éstos reconocieron experimentar una mejora considerable de los síntomas con el paso del tiempo pero, al parecer, entre los refugiados el hecho de recibir servicios de salud mental guardaba relación con la persistencia de los síntomas. Por último, el proyecto Connect ayudó a establecer en Europa una red científica líder dedicada al estrés postraumático y también a mejorar la investigación en el campo de la salud mental en los países balcánicos. Habiendo definido los factores que influyen en la evolución de la salud mental tras la exposición a la guerra y la migración por este motivo, este proyecto facilitará la planificación de políticas pertinentes y servirá como referencia de cara a futuras actividades de investigación.