Construir huesos de madera
La metamorfosis de la madera en una cerámica que es idéntica a la hidroxiapatita, la parte mineral del tejido óseo, tiene lugar a escala molecular o nanoscópica. El objetivo del proyecto TEM-PLANT («Nuevos procesos de bioceramización aplicables a estructuras vegetales jerarquizadas»), financiado con fondos comunitarios, consistió en desarrollar y aplicar procesos avanzados a materiales jerarquizados como la madera con el fin de producir cerámica inteligente que se comportara igual que los huesos y los ligamentos. TEM-PLANT desarrolló varios tipos de materiales que revisten un enorme potencial práctico, como un soporte óseo para facilitar la regeneración del hueso con propiedades muy similares a las del hueso auténtico. Es altamente probable que este nuevo concepto de soporte óseo pueda empezar a emplearse en la práctica clínica en un plazo de cinco a diez años. También se han alcanzado logros destacados en lo que respecta a este tejido esquelético blando, que reviste una enorme importancia. El equipo del proyecto ha demostrado in vivo que se pueden procesar polímeros naturales para producir soportes regenerativos, tanto para ligamentos como para tendones. A escala molecular, TEM-PLANT ha investigado los elementos básicos de la transformación de materiales estructurados jerárquicamente como la madera. Se han identificado fenómenos físico-químicos implicados en los procesos de autoensamblaje y mineralización y necesarios para lograr la modificación de las materias primas. En el futuro, estos nuevos procesos tendrán muchas más aplicaciones que la mera sustitución de piezas del esqueleto humano. No abundan los materiales que revistan elevados niveles de resistencia a la tracción y a la compresión, además de la dureza del hueso. Asimismo, gracias a las innovadoras técnicas desarrolladas por TEM-PLANT, es posible producir nuevos materiales que mantengan sus propiedades bajo temperaturas elevadas y tensión mecánica. TEM-PLANT ha ideado procesos que mejorarán la sustitución de huesos y ligamentos. Además, las aplicaciones de los materiales biomórficos pueden ampliarse a catalizadores, vehículos espaciales y piezas de motores de aviación. Un beneficio añadido de estos conceptos es que cumplen con los últimos requisitos medioambientales y de reciclaje.