Nuevos recubrimientos protectores frente al fuego
Cuando se exponen al calor, los recubrimientos retardantes de la llama (intumescentes) para elementos estructurales de acero se hinchan y crean una barrera protectora que impide el colapso estructural. No obstante, los recubrimientos disponibles tienen muchas limitaciones, como un mal comportamiento durante el envejecimiento, una mala estabilidad frente a líquidos y dificultades de aplicación. Un grupo de científicos pretendieron superar algunos de estos inconvenientes con nuevos recubrimientos intumescentes que utilizan nanopartículas mediante la financiación de la Unión Europea para el proyecto «Smart fire-retardant coatings based on intumescent nanocomposites» (HEFEST). Las actividades del proyecto incluyeron el desarrollo de los recubrimientos mediante actividades de formulación centradas en el tipo y la cantidad de nanopartículas y otros aditivos, así como en el grosor de los recubrimientos finales. Los investigadores trabajaron para prolongar la vida útil y mejorar el aislamiento térmico de los recubrimientos, así como para reducir la generación de humo y gases tóxicos. Además, el equipo del proyecto desarrolló nuevos métodos de caracterización con el fin de evaluar la eficacia de los nuevos recubrimientos desarrollados y del proceso de recubrimiento. Estos métodos se usaron para mostrar que las nanopartículas modificadas cumplen correctamente los requisitos, incluso con un contenido reducido. El mejor sistema de recubrimiento basado en nanocomposites se probó según un protocolo de validación a escala real. En las pruebas de resistencia al fuego, el sistema funcionó igual de bien que los sistemas intumescentes convencionales. Además, se clasificó como lo suficientemente duradero como para aplicarlo en condiciones semiexpuestas. La mayoría de recubrimientos intumescentes se fabrican en pequeñas y medianas empresas (PYME). Por ello, se espera que la tecnología de HEFEST aumente de forma importante la competitividad de las PYME europeas y, además, contribuya a la seguridad de las estructuras europeas en caso de incendio. Finalmente, la reducción de los gases tóxicos permitirá certificar rápidamente el cumplimiento normativo de una nueva generación de recubrimientos retardantes de la llama para componentes estructurales de acero.