La Comisión y el Parlamento se preparan para la segunda lectura del V Programa marco
Edith Cresson, comisaria a cargo de investigación, innovación, educación, formación y juventud, dirigió la palabra a los miembros de la Comisión de Investigación, Desarrollo Tecnológico y Energía del Parlamento Europeo, en la reunión que se celebró el 3 de marzo de 1998 en Bruselas. Tras el acuerdo del Consejo sobre una posición común el 12 de febrero, los debates se centraron en los preparativos para la segunda lectura del V Programa marco por parte del Parlamento. Quizá sea significativo el hecho de que la reunión se realizó en privado y que no asistieran representantes del Consejo. Tanto la Comisión como el Parlamento han dejado claramente sentado que la suma acordada por el Consejo el 12 de febrero no satisface sus expectativas. Se recordará que el total de 16.300 millones de ecus a lo largo de cuatro años propuesto por la Comisión fue aumentado por el Parlamento a 16.700 millones de ecus, mientras que el Consejo ha aprobado una suma mucho menor: 14.000 millones de ecus. La comisaria afirmó que esos 14.000 millones de ecus "representan, en términos reales, una disminución en relación con el IV Programa marco". Lo que es más, agregó que "si se adopta esa cifra, por primera vez en la historia de la UE se registraría una reducción en nuestro esfuerzo de investigación". La comisaria añadió que esa reducción no podría compensarse por un aumento en la financiación pública a nivel de los Estados miembros, dado el clima actual de rigor presupuestario. Y, en un momento en el que el presidente Bill Clinton acaba de anunciar un aumento sin precedentes en el gasto público estadounidense para la investigación, sería difícil de explicar la reticencia de la UE a los ciudadanos europeos. El acuerdo del Consejo también tendría efectos negativos en el Centro Común de Investigación, según Edith Cresson. Mientras que ahora se pide extender las actividades del CCI a sectores tales como la salud pública, la protección del consumidor y la lucha contra el fraude, la cantidad presupuestada por el Consejo exigiría reducir o eliminar del todo algunas de las actividades del Centro. Es evidente que el resto del proceso legislativo va a estar dominado por las diferencias que existen entre las tres instituciones en cuanto al presupuesto ya que, como la comisaria reconoció, "el V Programa marco, tal como se establece en la posición común del Consejo, es prácticamente análogo, en sus direcciones temáticas y en su estructura, al propuesto por las dos instituciones (la Comisión y el Parlamento)". La Comisión prefiere que el cuarto programa temático adicional, formulado tanto por el Consejo como el Parlamento, y adoptado por la Comisión en su propuesta modificada, no se dividiera en estructuras separadas para energía y medio ambiente. De acuerdo con la comisaria, en la conferencia sobre cambio climático mundial que se celebró en Kyoto en diciembre de 1997, y en la que la UE desempeñó un papel muy constructivo, se demostró la interdependencia entre energía y medio ambiente. El objetivo del programa sería reducir a un mínimo los efectos nocivos que la utilización de la energía produce en el medio ambiente, y eso exigiría que los problemas se abordaran de una manera integrada. Es probable que la posición común del Consejo se adopte formalmente a fines de marzo de 1998 y que entonces sea transmitida al Parlamento para la segunda lectura. En esa etapa, el Parlamento puede aprobar modificaciones a la posición común por mayoría absoluta de sus miembros y, en un plazo máximo de cuatro meses, tiene que presentar su informe. Ahora es prácticamente seguro que el presupuesto final del programa se va a decidir en el Comité de Conciliación, en el cual los eurodiputados y el Consejo negocian entre sí en forma directa y en el que también participa la Comisión. No obstante, como el Consejo ha llegado a una decisión común, el programa debería adoptarse a fines de 1998, garantizando así que el intervalo entre el IV y el V Programa marco no se prologue demasiado.