La Comisión da inicio a un debate sobre la ciencia y el gobierno
La Comisión Europea ha dado inicio a un debate sobre el tema de la ciencia y el gobierno, a raíz de las conclusiones a que llegó un grupo de influyentes personalidades del ámbito de la política aplicada a la ciencia, durante una reunión celebrada en Bruselas a finales de marzo. El grupo coincidió en que la clave para restaurar la confianza tanto en la ciencia como en el proceso de la toma de decisiones políticas radica en optimizar la relación entre ambos factores. El seminario internacional se centró en la forma en que las instituciones y los individuos manejan sus asuntos comunes. "Las crisis recientes relacionadas con la alimentación y la seguridad medioambiental han ilustrado la necesidad de reconsiderar la forma en que los directivos políticos utilizan a la ciencia y a la tecnología para respaldar sus decisiones", plantean los organizadores de la conferencia, del Centro Común de Investigación (CCI) de la Comisión Europea. El taller contó con la participación de 75 personalidades de alto rango de Canadá, Estados Unidos, Japón, Suiza y la Unión Europea, incluidos directivos políticos, industriales y académicos. La propuesta de la Comisión Europea de establecer un sistema común de referencia científica y técnica que sirva de apoyo al proceso de toma de decisiones políticas, como parte del Área Europea de Investigación que se propone desarrollar, ocupó una posición central en el debate. "Además de la investigación realizada por curiosidad o con objetivos innovadores, está ganando terreno una tercera motivación para la ciencia y la tecnología: la investigación preventiva", afirmó el Profesor Popp, presidente del Forschung Zentrum Karlsruhe. "Esta motivación requiere enfoques y estructuras diferentes, por ejemplo mediante la realización de trabajos interdisciplinarios en ámbitos de alta incertidumbre, en los que los directivos políticos estén muy interesados en obtener respuestas, independencia y estabilidad institucional." Según el Profesor Vidal Quadras, Vicepresidente del Parlamento Europeo, los gobiernos deberían contar con la posibilidad de solicitar asesoramiento y apoyo científico a organismos permanentes, estables y multidisciplinarios y puso al CCI como un buen ejemplo del tipo de apoyo necesario, pues asocia las experiencias técnicas con una comprensión adecuada del proceso político. Los participantes también coincidieron en que el establecimiento de un sistema común europeo facilitaría la comercialización a escala mundial y en que se deberían tomar medidas en varios frentes: - Identificar con mayor claridad la división de responsabilidades en los Estados miembros y a nivel comunitario, entre los diferentes comités, agencias, organismos de apoyo técnico, centros de investigación, autoridades reguladoras, organizaciones de normalización y estandarización, y organismos intergubernamentales; - Acordar, a nivel europeo, una serie de objetivos comunes, tales como la aplicación del principio preventivo cuando sea necesario, la garantía de la transparencia y la apertura del proceso, y la participación de todos los interesados en el proceso de referencia de la ciencia y la tecnología; - Organizar una o varias redes de centros de excelencia que constituirían, junto al CCI, el núcleo estable del sistema de referencia de la ciencia y la tecnología, y podrían alertar a tiempo a los directivos políticos sobre los riesgos e incertidumbres relacionados con determinados descubrimientos científicos. - Desarrollar los canales adecuados de comunicación con el público, en una etapa muy temprana del proceso, por ejemplo mediante "conferencias de consenso", en las que personas no especializadas en el ámbito puedan establecer un diálogo con los científicos sobre cuestiones clave, tales como el tema de los organismos modificados mediante ingeniería genética. A finales de año, se organizará una conferencia internacional de seguimiento, con el objeto de identificar otras buenas prácticas y continuar el intercambio de experiencias.