Un proyecto comunitario diseña un sistema sencillo de escrutinio electrónico
En el marco de un proyecto financiado con fondos comunitarios se ha desarrollado un sistema remoto de escrutinio destinado a simplificar los procedimientos electorales vigentes en Europa tanto para los votantes como para las autoridades administrativas. El sistema de escrutinio electrónico para operaciones remotas de votación, o E-Poll, ha sido financiado con cargo al programa de tecnologías de la sociedad de la información (IST) del V Programa Marco. Dotado con un presupuesto total de 3,2 millones de euros y apoyado por socios franceses, italianos y polacos, el proyecto ha definido los ingredientes necesarios para preparar un proceso de votación electrónica integral. Así, el sistema lo componen una red europea de sufragio virtual (EVBN), una tarjeta inteligente que tiene almacenados los datos y huellas dactilares del votante, un quiosco de votación móvil que consta de una pantalla táctil y un escáner de huellas dactilares, y un protocolo criptográfico. Para votar con E-Poll, el elector acude a uno de los quioscos de votación móviles donde introduce una tarjeta inteligente personal. Aparece en pantalla una papeleta de votación que el elector completa pulsando, en la misma pantalla, sobre uno de los botones activos. Como comentó a Noticias CORDIS Roberto D'Alicandro, coordinador del proyecto E-Poll, este sistema simplifica en todo lo posible el proceso de votar; "sin embargo, lo más importante no es la tecnología, sino el enfoque sociológico aplicado al desarrollo del proyecto". "El sistema que hemos puesto a punto se puede adaptar a cualquier entorno electoral europeo; y es que, en la fase de desarrollo, tuvimos en cuenta las necesidades y restricciones de los sistemas de votación de distintos países", continuó. "Con E-Poll aumenta la integración, ya que la movilidad de los quioscos elimina la obligación de votar en un lugar específico y ofrece al ciudadano la posibilidad de acudir a las urnas de forma anónima, desde cualquier punto del territorio nacional, desde el extranjero o incluso desde alta mar", explicó. "Además, el sistema se ha pensado teniendo presentes las necesidades de las personas con discapacidad", agregó el coordinador del proyecto. "No sólo los quioscos son accesibles para las sillas de ruedas, sino que también hemos diseñado pantallas táctiles fáciles de usar y un sistema de reconocimiento de voz". "Aún hay más, el sistema ayuda a descargar las mesas electorales tradicionales. En Italia, por ejemplo, las escuelas suelen cerrar los días de elecciones. Esto no ocurriría con nuestro sistema de votación", explica Roberto D'Alicandro. Para probar la efectividad del diseño, el consorcio del proyecto E-Poll llevó a cabo seis experiencias piloto. En el primer experimento, se solicitó a los electores de la localidad italiana de Avellino que intentaran votar dos veces o que intentaran utilizar la tarjeta inteligente de otro elector. En ambos casos, el sistema detectó y rechazó las papeletas ilegítimas. Según explica D'Alicandro, los comentarios de los ciudadanos que participaron en las pruebas han resultado vitales para ajustar el sistema de votación: "La aprobación y la comunicación humanas han sido factores irrenunciables del desarrollo del sistema", dijo. Desde la conclusión del proyecto, no faltaron las felicitaciones oficiales de la Comisión Europea ni el interés del Ministerio italiano del Interior, uno de los socios del proyecto, según puntualizó el coordinador del proyecto E-Poll. No sólo eso, sino que el también socio del consorcio Siemens se ha sumado, junto con otras empresas del sector de las tecnologías de la información y la comunicación, a los esfuerzos de normalización de sistemas basados en tecnologías de fuente abierta, como el E-Poll. De lo que se trata es de mantener la asequibilidad económica del sistema y animar las autoridades públicas a adoptarlo, explicó Roberto D'Alicandro.
Países
Francia, Italia, Polonia