Un nuevo proyecto construirá el primer dedo sensorial
En los albores del siglo XXI se espera que los avances científicos más significativos crucen las fronteras (convergiendo) entre disciplinas científicas y de ingeniería anteriormente separadas como la nanotecnología y la biotecnología, la ciencia de la información y la ciencia cognitiva. Este enfoque puede ofrecer nuevas soluciones destinadas a mejorar la salud y la calidad de vida de los seres humanos que padecen discapacidades como por ejemplo la falta de miembros. Uno de esos proyectos es NanoBioTact, que pronto será puesto en marcha. Financiado por la UE por valor de 3 millones de euros, el grupo multidisciplinario procedente del mundo académico y la industria estudiará el desarrollo de un «dedo biomimético» con el fin de ofrecer la perspectiva de unas manos protésicas que podrían proporcionar al usuario retrocontrol sensorial. Investigando en las fronteras del conocimiento en nanotecnología, neurología, robótica y ciencias materiales, los socios del proyecto tendrán como objetivo diseñar un dedo artificial articulado que podría conectarse directamente al sistema nervioso central para proporcionar al usuario el sentido del tacto. El coordinador de NanoBioTact, Mike Adams, de la Universidad de Birmingham, declaró que el objetivo del proyecto es apoyarse en investigaciones previas sobre integración de señales de sensores sintéticos con el sistema nervioso. «Existen algunos avances bastante significativos en lo que se refiere a prótesis de miembros adheridos al cuerpo y a la conexión de este tipo de información directamente a las terminaciones de los nervios», declaró. «Pero las prótesis actuales están equipadas con transductores de fuerza relativamente rudimentarios, derivados de la robótica; están diseñados para ayudar a coger una taza de café de poliestireno sin derramarlo. Para lo que no están diseñados es para la percepción táctil». El procesamiento de señales será el mayor reto del proyecto. El equipo intentará desarrollar una serie de sensores del tipo de sistemas microelectromecánicos (SMEM) a nanoescala que imitarán la resolución espacial, sensibilidad y dinámica de los sensores neurales táctiles humanos. Conseguir esto requerirá la comprensión científica de los mecanoreceptores que se encuentran en los humanos y del código neural de las miles de acciones descargadas durante una experiencia táctil. Los sensores táctiles biomiméticos del proyecto tendrán muchas aplicaciones, entre ellas prótesis de miembros con percepción y control de interfase neural, robótica con agarre controlado y entornos de entrenamiento de realidad virtual. Además, la mejora de la comprensión del sistema táctil humano ayudará en el tratamiento de pacientes con funciones neurológicas afectadas. Los socios del proyecto tienen como objetivo presentar el dedo biomimético a finales del proyecto de tres años de duración.