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Investigadores afirman que el aire del Ártico está más limpio de lo habitual

Esta primavera el aire del Ártico está más limpio que en años anteriores, según los primeros resultados de un proyecto de investigación internacional que está estudiando la atmósfera en la isla noruega de Spitsbergen. Científicos de nueve países se han desplazado al Ártico c...

Esta primavera el aire del Ártico está más limpio que en años anteriores, según los primeros resultados de un proyecto de investigación internacional que está estudiando la atmósfera en la isla noruega de Spitsbergen. Científicos de nueve países se han desplazado al Ártico como parte del proyecto ASTAR 2007 («Estudio ártico de los aerosoles, las nubes y la radiación de la troposfera») cuyo objetivo es describir la atmósfera del Ártico durante la primavera. El proyecto está dirigido por el Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina y el DLR (centro aeroespacial alemán). Los socios del proyecto están recopilando datos sobre la cantidad y la distribución de los aerosoles en la atmósfera del Ártico con aviones de investigación especiales y mediciones terrestres. Los primeros resultados muestran que este año el aire en el Ártico está relativamente limpio, a pesar de que a altitudes de pocos kilómetros se han detectado rastros de contaminación procedentes del centro y el este de Europa. Durante el invierno y el verano el Ártico es especialmente vulnerable a la contaminación de los aerosoles. Esta bruma ártica, como se la denomina, se desplaza a esta región desde latitudes medias nórdicas, lugar donde se origina debido al uso de combustibles fósiles y a los procesos industriales y agrícolas. Las gotas de los aerosoles en la atmósfera, al propagar o absorber la radiación solar, tienen un efecto directo sobre el clima. Asimismo, estas gotas repercuten indirectamente sobre el clima al actuar como núcleos de condensación e inducir la formación de nubes. Con este estudio de los aerosoles en la atmósfera del Ártico, los investigadores esperan comprender mejor estos procesos. Su tarea también será valiosa para confirmar los datos del satélite CALIPSO («Observación por satélite mediante LIDAR para nubes y aerosoles y rastreo con infrarrojos»), que actualmente se encuentra en una órbita polar y está provisto de una serie de instrumentos diseñados para medir el efecto que causan los aerosoles en el clima.