FLABEL revisa las etiquetas de información nutricional Se ha puesto en marcha un nuevo proyecto comunitario que tiene el objetivo de generar los conocimientos más novedosos acerca del etiquetado de alimentos para divulgar consejos nutricionales. FLABEL («Etiquetado de alimentos para mejorar la información y la vida») constituye el... Se ha puesto en marcha un nuevo proyecto comunitario que tiene el objetivo de generar los conocimientos más novedosos acerca del etiquetado de alimentos para divulgar consejos nutricionales. FLABEL («Etiquetado de alimentos para mejorar la información y la vida») constituye el primer proyecto de investigación financiado por la UE que trata sobre las etiquetas nutricionales. Estudiará los efectos de estas etiquetas en los consumidores con el objetivo de comprender el modo en que influyen en sus elecciones a la hora de comprar. El tema de la elección de alimentos sanos ha adquirido una gran importancia en Europa. Las consecuencias negativas para la salud de los europeos atribuibles a la dieta están alcanzando una magnitud desproporcionada, y también se están convirtiendo en una pesada carga para la sanidad de la UE. Esta situación causa una gran preocupación a los gobiernos y autoridades sanitarias, donde está extendida la opinión de que conviene animar a los ciudadanos europeos a decantarse por una alimentación más sana. En este contexto, el proyecto FLABEL recibirá fondos por valor de 2,8 millones de euros y estará en funcionamiento durante tres años, de 2008 a 2011. Estará en manos de un consorcio de doce socios de ocho países, entre los que hay instituciones académicas, pequeñas y medianas empresas (PYME), minoristas y organizaciones sin ánimo de lucro. Juntos, investigarán qué métodos de etiquetado de alimentos son los mejor aceptados por los consumidores, cuáles resultan más eficaces y cuál es la opinión de los consumidores sobre los distintos tipos de etiquetas. Los productos alimentarios a la venta actualmente ya vienen con etiquetas que ofrecen información nutricional, pero se sabe bien poco sobre su verdadera repercusión en los consumidores. Así pues, el consorcio de FLABEL estudiará los efectos que tienen los distintos tipos de etiqueta alimentaria sobre los consumidores e investigará la utilidad del etiquetado para difundir consejos nutricionales. Uno de los objetivos primordiales de este proyecto es conformar una base científica sobre la que fundamentar un etiquetado alimentario que divulgue información nutricional y que sirva para toda Europa. En el consorcio opinan que esta investigación deparará muchos resultados positivos que permitirán idear un sistema de etiquetado fácil de usar y útil para el consumidor por lo que a escoger alimentos sanos se refiere. Aparte de realizar una investigación de índole académica, los socios del proyecto efectuarán investigaciones sobre el terreno, en los supermercados, para averiguar el motivo de que unos tipos de etiqueta sean preferidos por los consumidores, o más fáciles de entender, en detrimento de otros tipos. Uno de los resultados de este estudio será la creación de un «mapa nutricional» paneuropeo que mostrará hasta qué punto se utilizan las etiquetas nutricionales en Europa. Al mismo tiempo, en el proyecto se investigará cómo entienden los consumidores dichas etiquetas. Para esta iniciativa supone un reto conseguir un equilibrio entre ofrecer información simple y clara y a la vez completa desde un punto de vista nutricional, como también lo es crear un conjunto de directrices relativas a mejores prácticas de etiquetado nutricional, las cuales se pondrán a prueba en supermercados. Por último, se estudiará la forma en que las familias emplean las etiquetas para elegir alimentos para sus hijos y se indagará en si éstas pueden servir para influir en la elección por parte de los padres de alimentos más sanos para sus hijos. En última instancia, se comunicarán los resultados de FLABEL a todos los principales agentes de la industria alimentaria, incluidos institutos de investigación, PYME y organizaciones de sanidad.
