El modelo de desarrollo urbano del futuro
El urbanismo es un proceso técnico que se dedica al control del uso del suelo y los recursos energéticos en relación a la expansión de las ciudades. Su importancia es mayor en proyectos urbanísticos de gran tamaño puesto que modifican las estructuras existentes y la propia ciudad. Los modelos informáticos del crecimiento metropolitano que predicen los flujos de energía relacionados con las construcciones y el transporte permiten mejorar la calidad de la vida en las ciudades. El proyecto «Sustainable urban metabolism for Europe» (SUME) simuló el desarrollo urbanístico de siete grandes zonas metropolitanas europeas (Atenas, Marsella, Múnich, Newcastle, Oporto, Estocolmo y Viena) hasta el 2050. El equipo al cargo aplicó cuatro métodos integrados para predecir la distribución espacial de la población, el empleo y los sistemas de transporte. El equipo tuvo en cuenta varios factores que podrían influir en las políticas de desarrollo de estas ciudades. Por ejemplo se contempló la posible ralentización de la expansión de muchas ciudades europeas. Esta presuposición obliga a ajustar los modelos actuales para generar un plan de desarrollo equilibrado de la población, el suelo y los recursos energéticos de cara a futuros proyectos de urbanismo. Para aumentar la calidad de vida en las ciudades, el consorcio creó un método trasversal en el que se integró la construcción de infraestructuras y el urbanismo con las políticas de vivienda, energía y transporte. Este modelo resulta esencial para la futura reestructuración sostenible y basada en los recursos de las ciudades europeas.