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Tendencias científicas: La superluna de agosto

La superluna aparecida a principios de esta semana iluminó en mayor medida el cielo de verano para beneficio de agricultores y disfrute de aficionados a la astronomía.

Una superluna, o como se denomina en el ámbito astronómico, una luna llena en perigeo, se produce cuando la Luna se acerca a la Tierra más de lo normal y se presenta un 14 % más grande y un 30 % más brillante. La última superluna ha sido la tercera del verano, descrita por National Geographic como el «último acto de una función cósmica». Según National Geographic, la noche del 7 de septiembre la Luna se acercó a una distancia de apenas 358 398 kilómetros de la Tierra. No obstante, la luna llena no se produjo hasta el ocho de septiembre. Pero cabe preguntarse cuáles son los mecanismos cósmicos que producen la superluna. En National Geographic ofrecen una explicación. «La órbita de la Luna alrededor de la Tierra es ovalada. Nuestro planeta se encuentra ligeramente descentrado en esa órbita. En consecuencia, la órbita lunar alcanza el perigeo una vez al mes, momento en el que el satélite presenta su mayor diámetro. Al mismo tiempo, la Luna se sitúa opuesta al Sol en su órbita alrededor de la Tierra, de veintiocho días de duración». Cada cierto tiempo coinciden el perigeo y la luna llena para crear una luna llena en perigeo o superluna que ofrece una perspectiva de tamaño y brillo mayores de lo normal. El opuesto a la superluna es la microluna, fenómeno que se produce cuando la fase de luna llena coincide con el apogeo, el punto más alejado de la órbita lunar alrededor de la Tierra, y se muestra más pequeña y tenue de lo normal. En cualquier caso, el fenómeno, aunque dotado de tan grandioso nombre, no conlleva consecuencia alguna para la Tierra. El Dr. James Garvin, científico jefe del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, afirmó que las superlunas ejercen efectos mínimos sobre nuestro planeta. En sus propias palabras: «La Tierra almacena una gigantesca cantidad de energía interna en su capa más externa o corteza, y las diferencias mínimas en las fuerzas de marea ejercidas por la Luna y el Sol no bastan para contrarrestar otras mucho más intensas en el planeta provocadas por convección (y otros aspectos del equilibrio interno de energía que alimenta la tectónica de placas). No obstante, estas superlunas nos recuerdan el efecto de este vecino "del tamaño de África" en nuestras vidas al influir sobre las mareas oceánicas y sobre muchos aspectos culturales de la vida en la Tierra (como testigo visual de que nuestro planeta forma parte del Sistema Solar y del espacio)». La superluna de septiembre es especial debido a que coincide con lo que en la cultura anglosajona se denomina la «luna de siega». Si bien esta se asocia con el mes de otoño, este año ha sido la última del verano. En Discovery News informan de que la luna de siega resulta relevante debido a que, en lugar de aparecer, de media, cincuenta minutos más tarde cada día, aparece sólo un poco más tarde cada noche, proporcionando a los agricultores luz de luna adicional con la que obtener el fruto de su trabajo. Así pues, la superluna de este año fue un acontecimiento especial tanto para los agricultores como para los aficionados a la observación celeste.

Países

Bélgica