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Tendencias científicas: Hallan un esqueleto en una antigua tumba griega descubierta recientemente

Los arqueólogos que realizan las excavaciones en la tumba de Anfípolis, descubierta recientemente cerca de Salónica (Grecia), han hallado un esqueleto que, según se especula, podría pertenecer a un noble de la realeza macedonia emparentado con Alejandro Magno.

El esqueleto, que está intacto y se desenterró este mes de noviembre, se halló en una cripta oculta. El ministro de Cultura de Grecia declaró que debió pertenecer a una figura distinguida. BBC Online recoge una cita de la jefa del equipo de arqueólogos, Katerina Peristeri, quien habría dicho que «la tumba, con toda probabilidad, pertenece a un varón con cargo de general». Un análisis de ADN podría informar de la estatura, el sexo y la edad de la persona allí enterrada hace cerca de 2 500 años. Los arqueólogos se plantean la posibilidad de comparar material de ADN del esqueleto de Anfípolis con el descubierto en la tumba real de Vergina para comprobar el posible parentesco de los cuerpos. La tumba de Vergina, situada en el norte de Grecia, era el lugar de entierro de los reyes de Macedonia, incluido Filipo II, padre de Alejandro Magno. Sin embargo, según declaró Lina Mendoni (del ministerio de Cultura griego) al sitio virtual de noticias Ekathimerini, tales análisis no serían sencillos de realizar. Los restos de Anfípolis fueron cremados, mientras que los de Vergina se descubrieron hace más de cincuenta años, cuando los procedimientos de conservación no estaban tan avanzados. Entretanto ha habido una gran especulación acerca de la identidad del difunto. Algunos de los indicios revelados por el equipo de arqueólogos, como las grandes dimensiones de la tumba y diversos elementos de su diseño, apuntan a la influencia del principal arquitecto de Alejandro Magno, Dinócrates de Rodas. La tumba, descubierta en 2012, es de finales del siglo IV a.C. cuando Anfípolis era una importante ciudad del Reino de Macedonia. Se entró en ella por primera vez en agosto de 2014 y supone el mayor monumento fúnebre descubierto jamás en Grecia. La cripta, descubierta 1,6 metros bajo el suelo de la tercera cámara de la tumba, tiene unas dimensiones de 4 por 2,1 metros y estaba sellada con piedra caliza. Una vez franqueado el acceso, los arqueólogos descubrieron un gran sarcófago, también de caliza, que antaño habría alojado un ataúd de madera. Este ataúd se habría desintegrado hace mucho tiempo, dejando únicamente los clavos de bronce y hierro empleados para sellarlo. También se hallaron fragmentos dispersos de huesos y vidrio, usados probablemente para adornar el ataúd. El sitio web oficial dedicado a la tumba de Anfípolis recuerda que este es solo el último de numerosos hallazgos. Anteriormente se descubrieron dos esfinges de mármol de dos metros de alto —desprovistas de sus cabezas y alas— que guardan la entrada principal a la tumba y a cuyos pies aún puede apreciarse la pintura de un fresco. Traspasada la entrada se encuentra la antecámara, donde dos cariátidas (columnas con forma de esculturas femeninas) apuntalan la vía de acceso. Estas estatuas tienen una altura total de 3,67 metros. El paso a la tercera cámara estaba cerrado con una inmensa puerta de mármol que los investigadores hallaron rota en trozos por el suelo. Este hecho y la falta de ajuar funerario en la tumba indican que ésta habría saqueada en algún momento. La cabeza de una esfinge y fragmentos de las alas se encontraron en la tercera cámara, cuyo suelo está decorado con un mosaico que muestra el rapto de Perséfone por Hades. Para más información, consulte: http://www.theamphipolistomb.com

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Grecia