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Tendencias científicas: ¿Podría un nuevo dinosaurio gigante cambiar los libros de historia de la evolución?

En Argentina se acaban de desenterrar los fósiles de los primeros dinosaurios gigantes conocidos. El descubrimiento ha sorprendido a la comunidad científica, dado que hasta ahora se pensaba que los animales más grandes que anduvieron sobre la Tierra no habían aparecido tan pronto en la evolución de los dinosaurios.

Sin embargo, un nuevo gigante se acaba de unir a «Tyrannosaurus rex» y «Brontosaurus». El impresionante espécimen, llamado «Ingentia prima» (el primer gigante) por los científicos que lo han descubierto, vivió hace entre 210 y 205 millones de años en lo que ahora es Argentina, según un estudio publicado en la revista «Nature Ecology & Evolution»(se abrirá en una nueva ventana). El auge de los gigantes «Ingentia prima» era un herbívoro cuadrúpedo con un cuello de longitud media y cola larga que probablemente midió unos diez metros y pesó más de diez toneladas. Pertenece a un grupo de dinosaurios, conocidos como saurópodos, que incluye a algunos de los animales terrestres más grandes que jamás han exisitido Estos científicos consideran que «Ingentia prima» fue en su día el dinosaurio y animal terrestre más grande hasta ese momento. Era al menos el doble de grande que otros herbívoros que compartían su hábitat. Hasta ahora, no se sabía con certeza el modo en el que los dinosaurios habían crecido hasta alcanzar estos enormes tamaños. Se pensaba los cuerpos gigantescos de los dinosaurios que pesaban más de diez toneladas aparecieron por primera vez hace unos ciento ochenta millones de años durante el período Jurásico. «Ingentia prima» apunta en otra dirección, y sugiere que el gigantismo evolucionó durante el período Triásico unos treinta millones de años antes de lo que se creía hasta ahora. «En "Ingentia prima" observamos el origen del gigantismo, los primeros pasos hasta que más de cien millones de años más tarde, aparecieran saurópodos de hasta setenta toneladas como los que vivieron en la Patagonia», declaró la paleontóloga y autora principal del estudio la doctora Cecilia Apaldetti de la Universidad Nacional de San Juan (Argentina) a «Reuters»(se abrirá en una nueva ventana). Esta doctora formó parte del equipo que descubrió el dinosaurio. Varios de los rasgos del dinosaurio condujeron al equipo científico a relacionarlo con el gigantismo. Su sistema respiratorio era similar al de las aves, conectado al desarrollo de sacos de aire en el organismo que proporcionaban reservas de aire oxigenado y que mantenían la temperatura baja a pesar de su gran tamaño. ¿Cómo pudieron crecer tanto en tan poco tiempo? Los últimos dinosaurios gigantes crecieron a una velocidad rápida y continua. Al estudiar los huesos del «Ingentia prima», el equipo desveló que el crecimiento de estos ejemplares se producía en estirones rápidos y no de forma continua, pero a una velocidad incluso mayor. «En [los anillos de crecimiento de] los huesos se observa claramente que experimentaban tenían de rápido crecimiento», dijo la doctora Apaldetti en una entrevista a la «BBC»(se abrirá en una nueva ventana). «Es una forma nueva de ganar tamaño corporal durante los primeros momentos de la historia evolutiva —añadió—. Esta estrategia no se volvió a usar en toda la historia de los dinosaurios». «Ingentia prima» obliga a replantearse las ideas que se poseen sobre los mecanismos mediante los cuales los dinosaurios se convirtieron en gigantes y ofrece datos nuevos sobre su evolución. Pero eso no es todo, pues en el estudio se apunta a que podrían existir dinosaurios más grandes y extraños aún por descubrir.

Países

Estados Unidos