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La investigación constante sobre el uso de la fusión nuclear para cubrir la necesidad energética del mundo: CORDIS asiste a la 11.ª Conferencia Mundial de Periodistas Científicos

¿Qué pesa 23 000 toneladas y puede alcanzar una temperatura de 150 millones ºC? La nueva estrella de la energía mundial: el reactor ITER.

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El doctor Bernard Bigot, director general de la Organización ITER, está sentado solo en el escenario con la máquina con el poder de una estrella de fondo alzándose por detrás en su ubicación en la Provenza francesa. Fue director de la Comisión de la Energía Nuclear de Francia y, al ser un experto mundial en fusión nuclear desde 2015, ha estado dirigiendo el carísimo proyecto ITER, en el que colaboran la Unión Europea, China, India, Japón, Corea, Rusia y los Estados Unidos, lo que constituye la mitad de la población mundial. Todos los miembros están implicados en la construcción del reactor, que es la culminación de décadas de investigación y diseño. Listos para reaccionar La máquina ITER, un tokamak, fusionará átomos de luz para crear otros más pesados, como en las reacciones que se producen en el interior del Sol y las estrellas. Su combustible es el hidrógeno, concretamente unos átomos especialmente «pesados» de este elemento: el deuterio y el tritio. El doctor Bigot declara: «Un gramo de combustible generará tanta energía como ocho toneladas de combustibles fósiles. Llegaremos a temperaturas superiores a las que se producen en el Sol, con mayor aceleración y mayor consumo de energía». No es de extrañar, por lo tanto, que la fusión nuclear haya sido proclamada la salvadora contra la contaminación y el calentamiento global asociados a la quema de materiales a base de carbono, obtenidos de restos de plantas y animales. Tres generaciones de físicos han trabajado para hacer del tokamak de ITER una realidad. Los tokamaks previos eran demasiado fríos, por lo que no se formaba el plasma suficiente, ni se producían suficientes colisiones (atómicas). Los plazos que el doctor Bigot describe parecen lejanos, pero declara apasionadamente: «En marzo de 2020, el reactor estará listo para operar... En 2025, se formará el primer plasma en el que se producirá la fusión... Y en 2035, la temperatura en el núcleo de un plasma autosuficiente será de 150 millones ºC». Unas estadísticas de otro mundo y más cosas por llegar de lo desconocido En la estructura, se utilizará un total de 100 000 km de cable de niobio, suficiente para rodear la Tierra dos veces. ¡Cada bobina mide 20 m de largo y ha sido producida con una precisión de 0,2 mm! Hablando sobre la colaboración a gran escala en un único proyecto, el doctor Bigot declara emocionado: «Un solo país no habría podido hacer esto». Consciente de que todavía quedan muchas cosas por descubrir sobre la fusión nuclear, el doctor Bigot afirma sin tapujos que se producirán eventos inesperados en el reactor. Por ejemplo, especificó: «En las reacciones de fusión, se producen partículas de alta energía. El material utilizado para absorber esta energía, el niobio, puede no ser suficiente, así que es posible que necesitemos inventar materiales nuevos. Estamos creando materiales nuevos». El doctor Bigot resume: «Mi sueño es que hagamos todo lo que podamos para que la fusión funcione y esta dé varias sorpresas... Cumpliremos las expectativas del proyecto ITER y haremos de la fusión una realidad».

Países

Suiza