Inquietud en Helsinki por los efectos medioambientales de la ampliación de la UE
El Consejo de Medio Ambiente mantuvo en Helsinki, los días 24 y 25 de julio, una sesión no oficial a la que acudieron ministros de los Estados miembros de la UE, los países de Europa Central y Oriental, y Chipre junto con la comisaria europea de Medio Ambiente, por vez primera bajo la Presidencia finlandesa del Consejo. El desarrollo sostenible -prioritario en virtud del Tratado de Amsterdam, que entró en vigor el pasado 1 de mayo- fue el tema recurrente en la mayoría de las conversaciones mantenidas. Los delegados coincidieron en la necesidad de que la protección del medio ambiente figurara entre los primeros puestos de la actuación medioambiental, máxime cuando asoman la ampliación y la liberalización. Los ecólogos auguran a la ampliación de la UE progreso económico y tecnológico, esto es, procesos que tradicionalmente han repercutido adversamente en el entorno. Para minimizar los efectos perjudiciales, el Consejo de Medio Ambiente se concentrará en procesos de desacoplamiento, diseñados para romper la relación de causa-efecto. En tales procesos se incluirán la vigilancia medioambiental y la ecoeficacia. Asimismo la investigación y desarrollo desempeñará un papel importante en la racionalización de la gestión de recursos. Siendo el cambio climático otra de las prioridades del Consejo de Medio Ambiente, será objeto de políticas conjuntas y coordinadas volcadas en el cumplimiento de los objetivos de Kioto. No obstante, el Consejo teme que aun así no sea suficiente. Por tanto, afirma, se dará prioridad a las políticas y los objetivos de transporte, energía e industria. Para ello se podría contemplar el replanteamiento de los objetivos de eficacia energética y el incremento del sector de fuentes de energía renovable, así como la duplicación de la producción de energía derivada de la generación combinada de energía eléctrica y calor útil. Las delegaciones abundaron además en el rendimiento de instrumentos económicos y un marco energético para promover la eficacia ecológica. Los miembros del Consejo se muestran resueltos a que se den objetivos sectoriales que utilicen instrumentos económicos para establecer normas técnicas y de emisiones, así como mejores acuerdos de innovación e industria que fomenten modos de transporte más limpios (como el ferrocarril y el barco). El grupo contrastó además vías de promoción de la agricultura sostenible estableciéndose, por ejemplo, objetivos de ampliación de la cuota de superficies agrarias acogidas al programa agroambiental. También ocuparon los debates las normas comerciales internacionales y la próxima Ronda del Milenio en la OMC. El Consejo aspira a que en las normas comerciales internacionales se reconozcan el derecho de aplicar medidas nacionales y regionales de protección de la salud humana y el medio ambiente, así como una estrategia de desarrollo sostenible para los países en desarrollo. No fue momento para tomar decisiones políticas, sino para marcar las pautas de la estrategia medioambiental a lo largo de la Presidencia finlandesa del Consejo. En diciembre, con motivo del Consejo de Medio Ambiente, los ministros tendrán oportunidad de tomarse tiempo para comprobar el estado de avance y revisar estrategias.