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Concluye el mayor proyecto de investigación medioambiental realizado hasta la fecha en la cuenca del Mediterráneo

Oceanógrafos y científicos que trabajan en el ámbito del medio ambiente se reunieron en Bruselas poco antes de las Navidades pasadas para celebrar el fin del altamente satisfactorio Proyecto con Fines Propios del Mediterráneo, que recibió financiación del programa de Ciencia y...

Oceanógrafos y científicos que trabajan en el ámbito del medio ambiente se reunieron en Bruselas poco antes de las Navidades pasadas para celebrar el fin del altamente satisfactorio Proyecto con Fines Propios del Mediterráneo, que recibió financiación del programa de Ciencia y Tecnologías Marinas (MAST) de la Comisión Europea. El 17 de diciembre, Philippe Busquin, Comisario europeo de Investigación, introdujo las presentaciones de destacados científicos del proyecto. La investigación que realizaron demuestra que, además de servir de hogar a varios centenares de millones de personas de 32 países y ser el destino de vacaciones de casi 160 millones de turistas al año, la cuenca del Mediterráneo también constituye un indicador muy bueno del estado del clima global. Según la Comisión, "esto y la influencia demostrable de tales cambios en la productividad marina del Mediterráneo sirven de fundado pronóstico de los posibles efectos de los cambios futuros en todo el mundo". El Proyecto con Fines Propios del Mediterráneo también arrojó resultados que demuestran la influencia del polvo del Sahara, y de determinadas actividades humanas, sobre los niveles de nutrientes (floraciones de algas) y cómo los incrementos dramáticos de la temperatura y la salinidad del agua afectan, por ejemplo, a la pesca y el turismo. Los investigadores detectaron evidencias claras, en especial en el Adriático septentrional, de los efectos del desastre de Chernobyl, mediante la utilización de nuevos modelos del movimiento de los agentes contaminantes solubles. Las técnicas fueron diseñadas y validadas como parte del Proyecto con Fines Propios del Mediterráneo. Los científicos afirman que los isótopos radiactivos ya están disminuyendo en las aguas superficiales, aunque esperan encontrar pronto cantidades mayores en las aguas profundas. La primera fase del Proyecto con Fines Propios del Mediterráneo comenzó en 1993 y se extendió hasta 1996. Con una financiación de 11 millones de ecus, constó de diez proyectos que se llevaron a cabo en 70 laboratorios de 14 países. La segunda fase, de 1996 a 1999, recibió 10,8 millones de ecus y contó con la participación de 53 socios de 13 países, por lo que se convirtió en el mayor proyecto medioambiental europeo que la Comisión Europea ha cofinanciado hasta la fecha. En los últimos tres años, los socios de la red también han formado satisfactoriamente a 312 jóvenes científicos, un tercio de los cuales son mujeres. El proyecto ha contado con una gran cobertura en los medios de comunicación y, como explica la Comisión, ha sido muy notable su papel como catalizador y coordinador de una red de socios de 13 países de la UE, más Marruecos y Túnez, que solían trabajar por separado en proyectos mucho más pequeños. "Éste constituye un excelente ejemplo del valor de las colaboraciones paneuropeas en la investigación", afirmó el Comisario Busquin al presentar, el pasado mes de diciembre, a los investigadores que mostraron sus resultados en Bruselas.

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