Europa necesita una visión de futuro
Europa necesita un planteamiento cohesivo para enfocar y repartir prioridades entre las iniciativas en curso y futuras en torno a la posición mundial que ocupa en materia de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), señala un informe encargado por el Ministerio holandés de Asuntos Económicos y presentado en la cumbre de Lisboa. El informe, titulado "The competitiveness of Europe's ICT markets" (La competitividad de los mercados europeos de TIC) y compilado por la consultoría Booz Allen and Hamilton, pasa a abogar por que esta "visión de futuro" se plasme en el propósito de "convertirse en el líder mundial del comercio electrónico móvil, capitalizando las fuerzas que demuestra en las comunicaciones móviles". Las conclusiones del informe generaron apoyo en una conferencia ministerial sobre conocimiento e innovación para la competitividad de Europa, organizada durante la Presidencia portuguesa. En esta conferencia se hizo la siguiente declaración oficial: "La UE debe hacer pleno uso de su potencial para instrumentar el objetivo estratégico de convertirse, desde criterios de innovación y conocimiento, en la zona más dinámica y más competitiva del mundo, capaz de impulsar los niveles de crecimiento económico, el índice y la calidad del empleo, y el grado de cohesión social". Los autores del informe entienden que para concretar dicha visión los dirigentes europeos necesitan, con carácter de urgencia, hacer las gestiones siguientes: - Rápida consecución de la total liberalización de los mercados de telecomunicaciones; - Adopción de normas de comercio electrónico transparentes y de orientación mundial que abarquen aspectos específicos del comercio móvil; - Cualificación en TIC de los recursos humanos y suministro de conocimientos en TIC; - Plena armonización de los mercados; - Eliminación absoluta de las barreras jurídicas a la actividad empresarial; - Acortar distancias con EEUU en materia de I+D. El informe se encomendó con el objeto de que se evaluara la evolución de la competitividad europea en el ámbito de las TIC desde el estudio original confeccionado en 1996 y 1997 ya por Booz Allen and Hamilton. Los resultados no son nada alentadores. A pesar de la velocidad de crecimiento del sector de TIC, Europa sigue por detrás de EEUU en términos de cuota de mercado mundial. Los autores achacan esta situación a un conjunto de restricciones estructurales, comerciales y reglamentarias al desarrollo. Concretamente, señalan divergencias en la legislación fiscal y comercial, la pésima calidad del entorno empresarial y los elevados costes del acceso a Internet. La conferencia ministerial, celebrada en Noordwijk (Países bajos) los días 9 y 10 de marzo, expresó su preocupación por la creciente disparidad de productividad y renta entre la UE y EEUU, conviniendo en la necesidad de adoptar medidas concretas tanto en el ámbito nacional como en el comunitario. Los participantes en la conferencia se mostraron satisfechos por la política empresarial de la Comisión Europea, en particular el programa plurianual para la empresa y la actividad empresarial para 2001-2005, que según indicaron hará una valiosa contribución a la creación de un entorno empresarial más favorable en Europa. Propusieron a los Estados miembros otras medidas encaminadas a fomentar la innovación y la capacidad empresarial, tales como la ejecución del plan de acción sobre el capital riesgo para el año 2003, la adopción de políticas para abrir el acceso al capital riesgo y el asesoramiento empresarial, redes internacionales de comercio y conocimiento, y la revisión de las leyes de quiebras. La conferencia recomendó que los Estados miembros y el Parlamento Europeo adoptaran sin demora las directivas y recomendaciones ya propuestas por la Comisión Europea, de modo que el marco jurídico estuviera en condiciones para finales de 2000. Asimismo, los Estados miembros deberían garantizar la plena liberalización del acceso de banda ancha, la desagregación de los elementos del bucle local y el libre acceso al cable. Entretanto, la Comisión debería dedicarse junto con la industria a promover las conexiones y los servicios transeuropeos de comunicación de banda ancha, antes de informar para el 1 de enero de 2001 del desarrollo y la aplicación del cifrado de datos para la seguridad de las transacciones mediante telefonía móvil. Asimismo se hizo hincapié en la necesidad de invertir en el capital humano y se recomendó que todas las escuelas tuvieran acceso a Internet y recibieran formación en TIC, con el objetivo a más largo plazo de mejorar la correspondencia entre oferta educativa y demanda del mercado de trabajo. Asimismo, es preciso fomentar el aprendizaje a lo largo de toda la vida y eliminar los obstáculos a la movilidad de los trabajadores. Los ministros preconizaron asimismo estrechar los vínculos entre la infraestructura pública de investigación y los círculos empresariales, con el fin de impulsar la eficacia de la investigación y desarrollo. Añadieron que la creación de redes y el agrupamiento innovador serían otros tantos factores de intensificación de la cooperación entre usuarios y proveedores de conocimientos. Asimismo insistieron en la necesidad de analizar las capacidades de investigación de Europa, para mejorar la eficacia de las instalaciones de investigación, y examinar las barreras a la investigación transnacional. El mercado interior resulta de vital importancia para la buena marcha de los mercados, advirtieron los participantes, quienes solicitaron que la Comisión y los Estados miembros perfilaran para 2001una política coordinada de reducción de las trabas y simplificación de los trámites reglamentarios; por otra parte, invitaron a la Comisión a formular propuestas de patente comunitaria. Los mercados de telecomunicaciones, energía y transporte aéreo necesitan liberalizarse por completo en un futuro cercano, según indicaron, para rebajar el coste que pagan las pequeñas empresas y facilitarles el acceso a los mercados. Los ejercicios de referencia no sólo entre Estados miembros, sino también con la competencia extracomunitaria, se valoraron como método de aprendizaje de buenas prácticas. De adoptarse, se anticipa que estas medidas potenciarán la competitividad de los mercados europeos de TIC, que, en palabras de gobiernos, economistas e industriales, es cada vez más imprescindible para que Europa pueda sacar provecho a la nueva economía. Especifica el informe de Booz Allen and Hamilton: "La competitividad de los sectores y mercados europeos de TIC determinará la competitividad futura de Europa". "La experiencia de la telefonía móvil da prueba de que las TIC europeas pueden alcanzar posiciones de liderazgo mundial. Ahora de lo que se trata es de forjar tales posiciones en la nueva economía del siglo XXI".
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Países Bajos