Monitorización de la presión dinámica intracraneal
El proyecto «Innovative intracranial pressure and volume wave monitoring system» (DYNICP)(se abrirá en una nueva ventana) desarrolló un prototipo de dispositivo portátil y avanzado para medir la PIC dinámica, denominada nICP. Se espera que el uso de este dispositivo permita prácticas de monitorización más flexibles que las actuales, que son más invasivas, y así el número de personas monitorizadas aumente de cien mil a cuatrocientos mil. Los investigadores debieron sortear muchos escollos tecnológicos. En primer lugar, debieron establecer un método de referencia para correlacionar el volumen sanguíneo cerebral y la presión intracraneal para poder estimar la presión intracraneal dinámica/pulsátil durante el ciclo cardíaco. Posteriormente, el equipo de trabajo debió diseñar un módulo para monitorizar el tiempo de propagación de los ultrasonidos novedoso que emitiera una señal en forma de onda en función de las variaciones en el volumen sanguíneo del cerebro. Por último, debieron formular algoritmos y software de procesamiento de señales para averiguar la correlación entre el volumen sanguíneo cerebral y las señales de presión intracraneal. Una vez establecidas estas especificaciones, el equipo de trabajo monitorizó a cuarenta y seis pacientes para comparar los resultados obtenidos con los métodos invasivos y no invasivos. Los datos proporcionan información para poner a punto un modelo de correlación entre el volumen intracraneal del organismo, la presión sanguínea arterial y la PIC, que se integró a todo el sistema de DYNICP. El equipo de trabajo logró finalizar el prototipo y cotejarlo con el «patrón de oro» de las sondas invasivas. Los resultados se validaron mediante comparación con la sonda actual. En los próximos tres a cuatro años se espera poder introducir el producto en el mercado. No obstante, el dispositivo ayudará a muchos pacientes y permitirá ahorrar dinero. Por ejemplo, la monitorización de pacientes que han sufrido accidentes cerebrovasculares permitirá ahorrar, por año, los costes equivalentes a doscientos mil días de hospitalización en salas de emergencia, o 250 euros por día en Europa. Se trata de una tecnología con grandes posibilidades a pesar de ser aún novedosa. Permitirá realizar estudios de detección primarios seguros y rápidos a pacientes con diferentes lesiones cerebrales crónicas y agudas.