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Cognitive Common Currency or Contextual Bargaining ? A new model for food preferences

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Las sutiles influencias que determinan las preferencias alimentarias

Las preferencias alimentarias comienzan a conformarse a una edad realmente temprana (incluso antes del nacimiento, con el desarrollo de los sistemas sensoriales responsables del gusto y el olfato). Pero, ¿qué factores influyen más adelante?

Cambio climático y medio ambiente icon Cambio climático y medio ambiente

Unos investigadores europeos han destacado algunos elementos que resultan de gran interés a la hora de estudiar los hábitos de los consumidores. El proyecto «Cognitive common currency or contextual bargaining? A new model for food preferences» (4CB), financiado por la Unión Europea, planteó una serie de cuestiones relacionadas con el consumo de alimentos. Dichas cuestiones orbitaban en torno a identificar las variables que deberían considerarse contextuales, la relación que se produce entre éstas, así como la forma en que resultaría posible estudiar las influencias contextuales mediante protocolos de laboratorio controlados. Para dar respuesta a estos interrogantes, 4CB adoptó un innovador planteamiento en el que se combinaban la neurociencia cognitiva, la psicología experimental y enfoques conceptuales fundamentales. Los miembros del proyecto demostraron que se producen una serie de correspondencias entre los sonidos y los olores, así como entre las formas y los sabores por un lado y los aromas por otro. Por ejemplo, un producto con un sabor más amargo se corresponde (por lo general) con las formas angulares en lugar de con las redondeadas. La investigación relativa al ámbito de la coherencia intermodal (correspondencias) esclareció algunas lagunas en torno a esta cuestión mediante el análisis de los efectos de carácter cognitivo, emocional y respecto a los hábitos derivados de estas correspondencias en otras modalidades. Los hallazgos ponen en duda la existencia de una división nítida entre influencias de la percepción y emocionales de bajo nivel e influencias cognitivas de alto nivel (el contexto cultural y las expectativas en relación a un producto concreto, por ejemplo). El hecho de que el calor o la sensación de sed incrementen el consumo de alcohol serviría para ilustrar el primer tipo de influencias. Los resultados y el conocimiento derivados del trabajo de 4CB ofrecen la posibilidad de influir en los hábitos (lo que en ciencias de la conducta se denomina como «nudging»). La iniciativa ha forjado relaciones con diversas empresas interesadas en aprovechar esta oportunidad.

Palabras clave

Preferencias alimentarias, hábitos de los consumidores, factores contextuales, consumo de alimentos, coherencia intermodal

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