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La inspiración de los científicos belgas en investigaciones neurológicas

La mera idea de cirugía cerebral es suficiente para que uno sienta un hormigueo en el cuero cabelludo. Es dolorosa, traumática y muy arriesgada. Sin embargo, los científicos del sistema nervioso están haciendo todo lo posible para mejorar las técnicas actuales y, al parecer, s...

La mera idea de cirugía cerebral es suficiente para que uno sienta un hormigueo en el cuero cabelludo. Es dolorosa, traumática y muy arriesgada. Sin embargo, los científicos del sistema nervioso están haciendo todo lo posible para mejorar las técnicas actuales y, al parecer, se encuentran más cerca que nunca de ver recompensados sus esfuerzos. Combinando dos elementos de tecnología avanzada -un escáner de tomografía por emisión de positrones (PET) y un Bisturí Gamma - un equipo de cirujanos del hospital Erasme de Bruselas y del Institut Jules Bordet han logrado destruir tumores cerebrales de hasta 3 cm de ancho en alrededor de 80 pacientes, limitándose a realizar una perforación no más grande que la cabeza de un alfiler en el cráneo de sus pacientes. La combinación de tecnologías permite que los científicos se observen a sí mismos mientras utilizan el Bisturí Gamma en 3-D y en tiempo real, y puedan localizar tumores cerebrales con una precisión de hasta 0,3 mm. Esto representa una gran mejora con respecto a la cirugía tradicional, ya que reduce el riesgo de destrucción accidental del tejido cerebral sano que rodea a un tumor. La intervención se lleva a cabo con anestesia local y los pacientes abandonan el hospital al día siguiente. "El tratamiento... es indoloro, no exige ingresar en cuidados intensivos y no provoca pérdidas de cabello", afirma el equipo del Bisturí Gamma. Algunos pacientes han vuelto incluso a su puesto de trabajo dos días después de haber sido intervenidos. Los ensayos clínicos que utilizan la combinación de tecnología finalizaron el año pasado, y en enero el equipo de investigación comenzó a intervenir a pacientes en el Centro del Bisturí Gamma recién inaugurado en la Universidad Libre de Bruselas. Hasta el momento son el único equipo que combina tecnologías. Ello se debe principalmente a los costes que implica. Un Bisturí Gamma cuesta alrededor de 5 millones de euros, y los escáneres PET, de 300 a 400 millones de euros. Junto con otras entidades, la Comisión Europea ha ayudado al Centro del Bisturí Gamma a perfeccionar la técnica en cuestión, contribuyendo al proyecto con unos 10 millones de euros a lo largo de los últimos cinco años. Ésta no es la única investigación sobre el sistema nervioso central financiada por la Comisión Europea. Con arreglo al IVPM, que se extendió desde 1994 hasta 1998, la UE financió unos 118 proyectos transnacionales en los que participaron 736 laboratorios de toda Europa. Algunos de estos proyectos fueron presentados a los participantes en el reciente 22º congreso del Collegium Internationale Neuropsychopharmacologicum (CINP) en Bruselas. Más de 5000 personas asistieron a la manifestación, que coincidió con el 43º aniversario de la organización. En el año actual los científicos han dado a conocer alentadores progresos en la investigación sobre importantes trastornos neuropsiquiátricos como la esquizofrenia, el trastorno maníacodepresivo y los trastornos del estado de ánimo como por ejemplo la ansiedad y la depresión. También se expusieron los principales avances tecnológicos en imaginología cerebral, genética molecular y neuroinformática (utilización de ordenadores para analizar imágenes cerebrales). En el congreso se hizo hincapié en la necesidad de cooperación y colaboración internacional para la investigación en este campo. Estudiar el sistema nervioso central exige un notable conjunto de conocimientos, recursos y financiación, y por eso resulta prácticamente imposible llevarlo a cabo a una escala exclusivamente nacional. La contribución de la Comisión Europea a la investigación en este terreno reconoce tal hecho y se propone fomentar la colaboración transnacional. Algunos de los proyectos que ha apoyado ya están dando resultados alentadores. Por ejemplo, el proyecto "Biomorph" ha desarrollado nuevas técnicas de representación del cerebro mediante la combinación entre la tecnología de formación de imágenes por resonancia magnética (MRI) con la tecnología de tomografía informatizada (CT). En cambio, el IMGSAC -estudio genético molecular sobre el autismo, de carácter internacional- se dedica a buscar los genes que provocan este trastorno. "La comprensión del cerebro quizás constituya la única forma de solucionar muchos de los problemas [neurológicos] que afectan a los ciudadanos europeos", señaló Bruno Hansen, de la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea, en una reciente presentación sobre los dos proyectos. "Creo que es preciso admitir que estos dos proyectos no hubiesen salido adelante sin la dimensión europea... Después de las primeras convocatorias de propuestas para el programa Calidad de Vida [de conformidad con el V PM] la Comisión continúa concediendo prioridad a 29 proyectos en 225 laboratorios de toda Europa, lo cual es una prueba del incremento de nuestros esfuerzos en este ámbito", añadió. Además de financiar la investigación sobre el sistema nervioso central (SNC) la Comisión Europa apoya los niveles de formación médica continuada disponibles a través del comité de acreditación europea en medicina del SNC.