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"Necesitamos hablar," afirman los expertos en "La genética en Europa"

Los participantes en una importante plataforma de debate sobre la genética y el futuro de Europa, el 6 y 7 de noviembre, sometieron a discusión la relevancia de la información genética para la salud, el medio ambiente y la sociedad, y pusieron de relieve la urgente necesidad d...

Los participantes en una importante plataforma de debate sobre la genética y el futuro de Europa, el 6 y 7 de noviembre, sometieron a discusión la relevancia de la información genética para la salud, el medio ambiente y la sociedad, y pusieron de relieve la urgente necesidad de un mayor diálogo entre científicos y ciudadanos. Esta manifestación ha sido la primera que ha organizado el Grupo de Alto Nivel sobre las ciencias de la vida de la Comisión Europea, creado en abril de este año por Philippe Busquin, Comisario de Investigación. Constituye el punto de partida de una serie de foros de discusión para promover que los dirigentes de las comunidades dedicadas a las ciencias de la vida intervengan en debates con diversos interlocutores. La misión del Grupo de Alto Nivel sobre ciencias de la vida consiste en proporcionar al Comisario Busquin un asesoramiento experto sobre ciencias de la vida y tecnología, y determinar asimismo cuál es el estado actual de los conocimientos en ciencias de la vida, y aconsejar sobre los desarrollos inminentes que sean relevantes dentro de este campo. Cuando científicos de diversas partes del mundo anunciaron el pasado verano la práctica conclusión del proyecto genoma humano, el Grupo de Alto Nivel sobre ciencias de la vida estaba planeando el reciente foro "para debatir con espíritu abierto y respeto a las diferencias culturales la influencia de un acceso sin precedentes a la información sobre el genoma en el desarrollo económico, la calidad de vida y los valores humanos fundamentales". En esencia, se proponía estimular a los científicos a comunicarse mejor con la sociedad, representada en la conferencia por científicos y directivos industriales y sociales. Y mejor aún si podían extraerse lecciones del diálogo entre ciencia y sociedad para incluirlas en la futura comunicación de la Comisión sobre esta cuestión, como se subrayó en una importante conferencia celebrada en Bruselas pocas semanas antes. "El público y los políticos perciben críticamente el progreso científico y la explotación industrial de la información sobre el genoma humano. Se necesita un intercambio entre científicos importantes, directivos industriales, políticos, representantes de ONG, expertos en medios de comunicación y otros representantes de la sociedad que estén interesados en la aplicación beneficiosa y responsable de la información sobre el genoma humano con el propósito de iniciar un debate público con las bases adecuadas," expresó la Comisión. Representantes de todas estas áreas han participado en la manifestación, que fue inaugurada por el Comisario Busquin. Las plataformas de discusión se centraron en cuestiones sanitarias, alimentarias, medioambientales y éticas. Philip Campbell, editor de la revista Nature, presidió el debate de la mesa redonda de la manifestación. También participó David Byrne, Comisario de Sanidad y protección de los consumidores, recalcando la creciente importancia que tienen sobre las políticas en distintos campos los avances en la investigación del genoma. Y en una conferencia de prensa celebrada durante la manifestación, el Comisario Busquin destacó el papel de los medios de comunicación para que la ciencia llegue al hombre de la calle. "La función del Grupo de Alto Nivel para las ciencias de la vida no es el intercambio científico sino llevar a cabo un debate más amplio con los ciudadanos. ¿Qué clase de diálogo podemos establecer con los ciudadanos, y cuál es el que ellos están esperando?", se planteó. A los ciudadanos europeos se les pide cada vez con mayor frecuencia que decidan sobre la posible aceptación de los numerosos y diversos productos de las tecnologías genéticas, añadió Axel Kahn, presidente del Grupo de Alto Nivel sobre ciencias de la vida. "Los ciudadanos deben recibir la información adecuada.... Tienen que estar capacitados para participar [en el debate] y es decisivo para la democracia que las personas conozcan aquello sobre lo que se les pregunta, con objeto de que decidan a ese respecto. Queremos ir más allá de esto y hacer que desaparezcan las críticas según las cuales Europa no se comunica lo suficiente con los ciudadanos." Los participantes en los debates durante la conferencia se hicieron eco de estos criterios, y reconocieron que otro importante factor que influía sobre la actitud de los europeos hacia la investigación genética era la amplia diversidad de culturas y actitudes religiosas. Evidentemente, la Comisión no realizará un intento de armonizar las actitudes de los europeos ante la ingeniería genética, destacó el Comisario Busquin, pero sostuvo: "Estamos hablando de la ciencia con una perspectiva mundial. Con independencia de la opinión que se tenga dentro de un país, las mercancías circulan, y por lo tanto, necesitamos contemplar los asuntos en el ámbito europeo. Es preciso llevar a cabo un diálogo, o establecer un marco con claridad." "Necesitamos hablar entre nosotros debido a las diferencias que tenemos," añadió el profesor Kahn. "No vamos a tratar de armonizar la diversidad, pero tenemos que reconocer que existe." Durante la conferencia se planteó la preocupación acerca de que el escepticismo ante la biotecnología obstaculice la investigación referente a la salud humana y el miedo ambiente, y muchos estuvieron de acuerdo en que, como la genética es importante para todos los sistemas biológicos, hay que esforzarse por garantizar que los debates no se centren tanto en la biotecnología alimentaria. Sin embargo, la manipulación del ADN de los alimentos que consumimos no es el único aspecto de la biotecnología que inquieta a los ciudadanos, y muchos se muestran preocupados acerca de las consecuencias que la "manipulación de la naturaleza" pueda tener a largo plazo sobre la salud , y las posibilidades de la eugenesia. "Los científicos europeos necesitan con urgencia el apoyo de los ciudadanos," lamentó uno de los participantes. "Reconozcamos que a la ciencia le hace falta un apoyo real y un apoyo entusiasta de los ciudadanos." Éste es uno de los principales desafíos a los que se enfrenta el Grupo de Alto Nivel sobre ciencias de la vida. El profesor Kahn afirma: "Los miembros del grupo de expertos han sido invitados por el hecho de ser excelentes comunicadores científicos. Debemos intentar y garantizar que haya un flujo natural de comunicación entre los científicos y el público en general." Entonces ¿por qué la Comisión no ha encargado a un grupo de expertos en medios de comunicación social que afronte este desafío? "No sería lo mismo: los científicos tienen que salir a la luz pública," explica Kahn. "No puede pedirse a los políticos que hablen a través de asesores mediáticos." En su opinión, el factor decisivo consiste en deshacer el mito del científico que trabaja apartado con sus propios objetivos en una torre de marfil. "Tenemos que comunicar al público que somos de carne y hueso, y que se nos plantean los mismos problemas que a la gente en general." No obstante, el grupo se sentiría muy satisfecho si se organizase un encuentro con expertos en comunicación que representen a todos los Estados miembros. Durante las dos jornadas de la manifestación se discutieron muchas teorías sobre el motivo de la gran desconfianza en la ingeniería genética que existe entre los ciudadanos. Durante sus debates los participantes han tomado en consideración las diferencias de actitudes culturales ante la ciencia, ante las carencias en los sistemas educativos europeos que impiden que numerosos científicos puedan hablar de su disciplina en términos cotidianos, y la forma en que la cultura y la metodología que permite que la investigación sea considerada "ciencia" no se ajusta adecuadamente a los valores con frecuencia sensacionalistas y cada vez más apremiantes que exigen los medios de comunicación. Los participantes se refirieron al modo en que han evolucionado los estereotipos sobre los científicos, que han pasado de ser los corteses académicos de la época ilustrada a convertirse en personajes clínicos y fríos de bata blanca, como puede verse a menudo en las actuales películas de terror, y se les tendrá que preguntar cómo podría redefinirse esta imagen. No cabe duda de que la respuesta -si la hubiese- no puede dilucidarse en los dos días de una manifestación. "Esta conferencia es el inicio de un debate que identifique las cuestiones que representan un obstáculo para ello. Queremos identificar las dificultades y los temas decisivos," afirma Axel Kahn. Sólo en ese caso el Grupo de Alto Nivel estará en condiciones de sugerir acciones específicas. "Es preciso iniciar un proceso dinámico. Lo importante es que la ciencia deje de tener una apariencia negativa." Al clausurar la reunión, el Comisario de protección a los consumidores y seguridad alimentaria, David Byrne, se unió a la llamada al diálogo entre todos los grupos sociales. "Necesitamos distanciarnos del campo de batalla emocional... con objeto de debatir el papel de las ciencias de la vida... Los científicos deben dar un paso adelante y mostrarse abiertos y transparentes con respecto al tipo de trabajo que realizan. Tienen que estar preparados para responder a las preguntas del público en general, con independencia de que crean que la respuesta carece de interés o revela ignorancia." Mostró su satisfacción por la creciente realización de cursos sobre comunicación científica en muchas universidades, y añadió: "Soy consciente de que en el pasado los científicos no han gozado de prestigio como buenos comunicadores, pero estoy seguro de que esto es cosa del pasado." "Estamos todavía en una primera etapa," agregó Philippe Busquin al destacar la importancia de un diálogo en el ámbito europeo. "Por supuesto, nosotros [la Comisión] no queremos monopolizar los debates, pero sí queremos catalizarlos."