La industria comparte la visión 2020 de Busquin
Las cuartas Jornadas aeronáuticas, celebradas en Hamburgo los días 29 al 31 de enero, sirvieron de tribuna para muchas figuras industriales deseosas de glosar el informe "2020 Vision" (Visión 2020) del Comisario de Investigación, Philippe Busquin, y el futuro de la aeronáutica europea. Reiterando un número de temas, los ponentes y participantes coincidieron en la necesidad de definir objetivos europeos comunes, incrementar la ayuda financiera a la investigación aeronáutica, estrechar la cooperación entre la industria y las autoridades nacionales, y reducir el grado de dependencia respecto de la investigación militar. "Necesitamos hacer dos cosas. Primero, optimizar el gasto de los recursos existentes; luego, definir, entre la Unión y la industria, una serie de objetivos o elementos estratégicos. Y es que a la industria le preocupa adónde aspiramos a llegar en el plazo de 20 años. Por eso necesitamos concertar entre unos y otros un plan financiero que nos lleve hasta ahí", comentó a Noticias CORDIS Sir Richard Evans, Director general de BAE SYSTEMS y miembro del "Grupo de personalidades" encargado de redactar el informe "Visión 2020". "Entre otras cosas, lo que hace el informe Busquin es compilar las opiniones de la industria y sentar un marco conciso en el que puedan verterse esfuerzos y energías dentro de la Comisión", añadió Sir Richard. De hecho, el Profesor Volker von Tein, miembro del Consejo ejecutivo de DLR, el centro aerospacial alemán, y uno de los observadores que prestaron asistencia a la elaboración del informe para el Comisario Busquin, no dudó en afirmar que, más que el contenido del informe, lo que realmente importaba era que se hubiera escrito. "El mero hecho es más importante que el contenido del informe", aseveró el Profesor von Tein a CORDIS. Indicó que en la preparación del informe "se habló con una sola voz", aunque a él personalmente le gustaría que el informe superara el marco actual y adquiriera "más velocidad". Para ello abogó por que se ampliara la asistencia financiera procedente de las arcas comunitarias, convencido de que "a más dinero, mayor capacidad de coordinación". Otro llamamiento a la ayuda financiera lo dirigió Richard Evans, quien, en el discurso de presentación, invitó a las autoridades nacionales a fomentar el esfuerzo inversor en investigación. En una entrevista celebrada con Noticias CORDIS, volvió a insistir en este punto: "El problema que tenemos hoy es la disparidad inversora existente entre Europa y América del Norte [...]. Necesitamos más empuje, no sólo para generar fondos para la industria [aeronáutica], sino concretamente para resolver cómo gastarlos". Rainer Hertrich, Presidente de AECMA y Director general de EADS Airbus, recalcando a su vez el déficit inversor en investigación con respecto a Estados Unidos, advirtió: "No puedo por menos de insistir una vez más en lo mucho que se agradecen los ingentes fondos gastados en tecnología aeronáutica por la Unión Europea a título del V Programa Marco. Ahora, sería una equivocación pensar que la distancia que separa Europa de EEUU en términos de gasto global en I+D pasa en balde en la pugna mundial por la competitividad de nuestros productos a largo plazo". El V Programa Marco de la Comisión Europea mereció los elogios de no pocos ponentes, entre los que sobresalió Arne Wittlöv, Presidente de Volvo Aero y del Comité sueco de prospectiva, y miembro del Grupo de personalidades, quien calificó el programa de "hito": "Por primera vez, Europa dispone de un programa conjunto de tamaño suficiente como para ejercer una fuerza aglutinadora. Asimismo, estrenó las plataformas tecnológicas como modelos innovadores de proyectos grandes, factores de integración y validación tecnológicas". No faltaron quienes, incluido el Doctor Werner Müller, Ministro alemán de Economía y Tecnología, albergan la esperanza de que se asigne una dotación presupuestaria suficiente al VI Programa Marco. Sin embargo, incrementar la dotación presupuestaria no es el único requisito previo al éxito de la industria aeronáutica europea, en opinión de quienes asistieron a la conferencia. "Industriales y políticos necesitan ir a la par para asentar su posición en los mercados mundiales. [...] En la industria aeronáutica siempre se ha dejado en evidencia la necesidad de una Europa unificada para competir con EEUU", indicó el eurodiputado alemán Alexander Radwan, quien se refirió a la investigación aeronáutica como a un "motor de integración", ya que, en este caso, "los ciudadanos entienden que la necesitamos". También se escucharon voces de alarma por la tendencia pasada a condicionar la investigación aeronáutica a la industria de defensa. "Hasta ahora la aviación civil se ha venido beneficiando en gran medida de la I+D militar, financiada extensamente por fondos públicos. Hoy, la aviación civil necesita una orientación tecnológica propia. Y ya no sólo porque se estén agotando los productos derivados de la I+D militar, sino también porque la aeronáutica civil necesita atender las necesidades sociales de medios de transporte aéreo eficaces, seguros, inocuos para el medio ambiente y fáciles de utilizar para concretar criterios de movilidad sostenible", señaló el miembro del Grupo de personalidades Arne Wittlöv. A estas impresiones se hizo eco Rainer Hertrich, convencido de que "la industria ya no puede descansar únicamente en que los avances militares den el salto cualitativo en términos tecnológicos", y Sir Richard Evans, al comentar que "el constante decrecimiento del gasto en defensa ha ido sacando tajada sin compensar el beneficio obtenido". El establecimiento de una agenda de investigación estratégica y la constitución de un Consejo consultivo, con los que el Comisario Busquin marcó su compromiso personal en las Jornadas aeronáuticas, destacaron con luz propia. "Necesitamos una agenda de investigación estratégica para Europa que sea concertada y acordada por todos los agentes importantes. Así como necesitamos crear el Consejo consultivo de investigación aeronáutica para Europa [...]. Y necesitamos que la agenda de investigación estratégica garantice la coordinación y la complementariedad, antes que la duplicación, de la labor a través de los programas de investigación financiados por Europa", lanzó el miembro del Grupo de personalidades Sir Richard Evans. Los objetivos que sustentan la "visión 2020" son visiblemente muy ambiciosos. Se busca reducir un 50 por ciento las emisiones de dióxido de carbono y un 80 por ciento las de óxido de nitrógeno, recortar un 80 por ciento el índice actual de accidentes y reducir el tiempo pasado en aeropuertos a 15 minutos tanto antes como después del vuelo. Los altos representantes industriales coincidieron en la necesidad de dar salida a tan ambiciosos objetivos en un mercado que está cambiando bajo la presión ejercida por el crecimiento de la competencia y la importancia de consideraciones medioambientales. "El informe tiene que ser ambicioso", declaró Richard Evans a CORDIS. "Sin altura de miras y sin una visión de cambio radical en esta oleada de progreso, no cabe duda de que habrá forma de que podamos liderar este sector en el plazo de 20 años". "La frontera entre ambición, quimera y alucinación carece a veces de nitidez", indicó el corredactor del informe Volker von Tein a CORDIS. "Un objetivo debe ser ambicioso sin evidenciar la imposibilidad de conseguirlo".