Publicada una evaluación del riesgo por si se detecta la EEB en el ganado bovino
El Comité Director Científico (CDC), encargado de asesorar a la Comisión Europea sobre las cuestiones relativas a la EEB, ha publicado una evaluación preventiva del riesgo para la salud humana en caso de que se llegara a detectar la presencia de esta enfermedad en los ovinos criados con piensos. "Los expertos consideran que, por el momento, no se dispone de datos suficientes para extraer conclusiones definitivas sobre los posibles riesgos para la población", según informa la Comisión. Los científicos consideran que, por el momento, no existen pruebas que confirmen la presencia de EEB en el ganado ovino y caprino, aunque no dejan de recordar que los conocimientos en este ámbito son muy limitados y que no se dispone de métodos de pruebas y vigilancia adecuados para confirmar un diagnóstico. "Urge, por tanto, recopilar la información necesaria para evaluar la posible prevalencia de la enfermedad entre los ovinos". Por consiguiente, el CDC ha desarrollado tres escenarios hipotéticos de riesgo y las correspondientes formas de abordarlo. "Hasta la fecha no se han detectado casos de EEB en el ganado ovino en condiciones naturales. Sin embargo, en experimentos de laboratorio se ha demostrado que la enfermedad puede transmitirse a ciertos genotipos de ovinos y caprinos. Además, es probable que ciertos grupos específicos de estos animales hayan sido alimentados con harinas de carne y huesos que podrían haber estado contaminadas con el agente de la EEB". El CDC cree que es preciso reconocer la posibilidad de que la EEB haya sido introducida en partes de la cabaña ovina y caprina de la UE. Destaca que es preciso empezar a recopilar los datos necesarios para evaluar la prevalencia de la EEB en los ovinos de una región o de un país determinado. "En concreto, llama la atención sobre la necesidad de mejorar e intensificar la vigilancia de los rebaños de ovinos, de poner a punto pruebas que permitan distinguir rápidamente en las ovejas la EEB de la tembladera, de introducir un sistema de identificación individual de los ovinos y de certificar el estado de salud, por lo que respecta a las encefalopatías espongiformes transmisibles, de los rebaños de pequeños rumiantes". Como medida cautelar, la legislación comunitaria ya exige la retirada de materiales específicos de riesgo (incluidos el cráneo, encéfalo, ojos, amígdalas y médula espinal) procedentes de animales de las especies ovina y caprina de la cadena alimentaria en todo el territorio de la UE desde octubre de 2000. "En el caso de que la EEB se confirme en animales de las especies ovina y caprina, deberán aplicarse estrictas medidas de erradicación una vez entre en vigor el nuevo Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la erradicación, la prevención y el control de las encefalopatías espongiformes transmisibles, previsto para el 1 de julio de 2001", declara la Comisión.