Relojes de alta precisión para Galileo
Un reloj de hidrógeno, de fabricación especial, será el primero de su tipo en volar a bordo del sistema de navegación por satélite Galileo de la Agencia Espacial Europea (AEE). Para poder determinar la posición exacta de los satélites es esencial que tengan relojes de alta precisión. "En la navegación, los relojes constituyen el factor crucial para poder determinar las posiciones exactas. Con una precisión de más de una mil millonésima parte de segundo por hora, los relojes de los satélites Galileo nos permitirán determinar su posición sobre cualquier parte de la Tierra, con un margen de error de 45 cm", plantea Franco Emma, experto en relojería e ingeniero de navegación de ESTEC, el centro técnico de la AEE en Países Bajos. Cada uno de los 30 satélites del sistema Galileo llevará dos relojes a bordo. Uno de ellos se basará en el estándar de la frecuencia atómica del rubidio y el otro en un máser pasivo de hidrógeno. Sin embargo, el funcionamiento de ambos está vinculado al mismo principio: si se fuerza a un átomo a saltar de un estado energético determinado a otro, éste irradiará una señal de microondas, con una frecuencia característica extremadamente estable. La AEE escogió los relojes de rubidio y máser de hidrógeno porque se mantienen estables durante varias horas. Además, su tecnología les permite volar a bordo de los satélites Galileo. Sin embargo, será necesario sincronizarlos con frecuencia, tomando como referencia una red de relojes todavía más estables, en tierra, que se basarán en el estándar de la frecuencia de cesio. El reloj de rubidio deberá estar listo antes de finales de 2001, para su evaluación. Ambos serán puestos a prueba en 2004, cuando los primeros satélites Galileo se sometan a ensayos.