Mayor comprensión de los flujos hídricos litorales
Las condiciones ecológicas y biogeoquímicas de las regiones litorales vienen determinadas en gran medida por los mecanismos que rigen el transporte horizontal y los intercambios de masas de agua entre plataformas continentales. De hecho, están reguladas por procesos tales como remolinos, frentes (el límite entre dos masas de agua) y filamentos (formados por movimientos turbulentos). Estas características a (sub-)mesoescala se encuentran en el orden de diez kilómetros o menos y tienen su origen en la inestabilidad de las corrientes oceánicas a gran escala. Para gestionar los recursos ecológicos costeros, es crucial entender el efecto de tales procesos, y para ello se puede aplicar técnicas como el exponente de Lyapunov de tamaño finito (FSLE). La técnica FSLE se emplea para reconocer estructuras coherentes lagrangianas (LCS), las cuales pueden proporcionar información directa sobre los patrones de transporte y mezcla de determinado flujo. El proyecto «Lyapunov analysis in the coastal environment» (LACOSTE), financiado con fondos europeos, investigó las LCS en el Golfo de León, en la zona noroccidental del Mediterráneo. Para ello se realizaron mediciones en campo (de parámetros como la salinidad y la temperatura superficial), modelos numéricos y observaciones vía satélite. Las pesquisas revelaron que, si bien los procesos a (sub-)mesoescala tienen breve duración y están localizados, son un factor regulador clave de las condiciones biológicas y ecológicas de las regiones litorales. Aunque las observaciones in situ facilitan información detallada de fenómenos específicos, las simulaciones con modelos matemáticos y la teledetección son de utilidad para estudiar su efecto a mayor escala. También se llevó a cabo un análisis extenso de las estructuras de transporte a (sub-)mesoescala abarcando la totalidad del Golfo de León. Para ello se aplicó un análisis FSLE a los resultados del modelo matemático, con el propósito de identificar y cuantificar patrones de transporte y los flujos asociados, empleando mapas autoorganizados. Los resultados de LACOSTE permitirán identificar las zonas del Golfo de León más afectadas por los patrones de transporte. Ello supondrá una aportación fundamental a la gestión sostenible de los recursos ecológicos de esa región. Por último, los métodos aplicados a los modelos matemáticos serán también una contribución destacada para otros estudios climáticos tanto en esa región como en el resto del mundo.