Un consorcio de la UE y China investiga cultivos para la producción de fibras
Varias plantas usadas tradicionalmente para fabricar tejidos (como el algodón, el lino y el cáñamo) se postulan ahora como materias primas importantes para otros usos, por ejemplo materiales de construcción, cosmética, medicamentos y compuestos químicos ecológicos. China es, con diferencia, el mayor productor de estas plantas, y por ello unos investigadores de la UE colaboraron con investigadores de aquel país con el propósito de desarrollar productos a partir de fibras de un modo novedoso. El proyecto FIBRA (Fibre crops as a sustainable source of bio-based materials for industrial products in Europe and China), financiado con fondos de la UE, buscó tender puentes entre la investigación china y europea. La intención era fijar objetivos comunes a largo plazo y llevar a cabo actividades conjuntas de investigación en el ámbito de las fibras textiles. Para ello, se celebraron seminarios y actos de hermanamiento para dar a conocer las investigaciones efectuadas por cada una de las partes, además de impartirse cursos y organizar escuelas de verano tanto en China como en Europa. Un consejo asesor formado por especialistas en plantas textiles coordinó las actividades del proyecto junto con expertos chinos en selección vegetal, genética y tejidos. Los socios de FIBRA aplicaron la información genética y las distintas perspectivas obtenidas a las técnicas y prácticas de cultivo y procesamiento agrícola, con el fin de optimizar el uso de plantas textiles como materias primas para distintos fines. Además, las plantas textiles se procesaron para conseguir energía y compuestos químicos ecológicos desarrollando una cadena de producción de biorrefinería. Aparte de los cultivos tradicionales para la producción de fibras, el equipo de FIBRA utilizó otros como Miscanthus, cañabrava, pasto varilla y bambú. Estos cultivos (de bajos insumos y gran rendimiento) podrían proporcionar las materias primas necesarias para la producción de papel, bioenergía o materiales de construcción. FIBRA consiguió involucrar a un mayor número de partes interesadas y puso en práctica un programa común de investigación para lograr la integración de los objetivos políticos de la UE. También mejoró las oportunidades de formación para científicos de la UE y China por medio de escuelas de verano, cursos didácticos e intercambios breves. El consiguiente intercambio de conocimientos técnicos ayudará a mejorar el aprovechamiento de los cultivos para la producción de fibras tanto en la UE como en China gracias a innovaciones y al incremento de la productividad. La red de FIBRA ha establecido una visión de futuro a largo plazo para las actividades comunes de investigación que favorecerá las relaciones comerciales de la UE y China y que ampliará la cuota de mercado de cada región en lo que concierne a estos cultivos.
Palabras clave
Textiles, tejidos, cultivos para la producción de fibras, FIBRA, mejora genética de cultivos, biorrefinería
