Transformación ecológica de terrenos industriales abandonados
Se entienden por terrenos industriales abandonados (en inglés, brownfields) emplazamientos terrestres, en su mayoría ubicados en centros urbanos, que se utilizan poco o nada por estar contaminados a causa de sus usos anteriores. El objetivo de Europa de detener e incluso invertir el proceso de dispersión urbana pasa en parte por gestionar y restituir esos emplazamientos. El proyecto HOMBRE (Holistic management of brownfield regeneration), financiado con fondos europeos, tenía la meta de cambiar la gestión de esos terrenos industriales abandonados. El consorcio responsable, formado por catorce entidades, pretendía reducir al mínimo posible los costes de reutilización y, a la vez, aumentar al máximo posible los beneficios derivados. En consecuencia, el equipo al cargo se propuso desarrollar métodos y tecnologías de evaluación y gestión sostenible. En concreto se marcaron cuatro objetivos: investigar las causas de la formación de terrenos industriales abandonados, dar con soluciones para su uso a largo plazo, y mejorar las operaciones y la planificación al respecto. Conceptualmente, el consorcio separó los ciclos de gestión del suelo de los ciclos de uso del suelo, los cuales se rigen por calendarios distintos. El equipo del proyecto propuso formas de aprovechar ambos ciclos conjuntamente, a fin de acortar los periodos de tiempo que el suelo queda ocioso. Los trabajos se fundamentaron en métodos nuevos de identificar indicadores de alerta rápida. Los investigadores manifestaron que los obstáculos relacionados con la gestión se subsanarían con una comprensión clara de las ventajas de este tipo de emplazamientos. Por ello crearon herramientas que sacan a relucir las posibilidades que ofrecen estos terrenos y que son de utilidad para orientar obras de desarrollo y reutilización de zonas urbanas que apliquen un enfoque amplio. Entre dichas herramientas cabe mencionar métodos para examinar sinergias entre los procesos de desmantelamiento, rehabilitación y desarrollo de emplazamientos. Los investigadores elaboraron planes tecnológicos que determinan la manera óptima de sacar partido a determinado terreno. Además, esos planes ilustran las opciones de desarrollo y muestran el valor general que puede encerrar un emplazamiento dado. Las premisas del proyecto se pusieron en práctica a través de tres estudios de caso. Otro resultado destacable fue un sistema que guía las decisiones sobre la transformación y la reutilización de emplazamientos con los objetivos de aumentar el valor y favorecer la sostenibilidad. Este sistema se basa en herramientas sencillas y ayuda a las autoridades competentes a entender las distintas posibilidades que ofrece determinado terreno y también las consecuencias previsibles. El consorcio realizó un estudio en profundidad sobre formas de conjugar la transformación ecológica de un terreno industrial abandonado con la mejora de la calidad del suelo. La principal actividad de difusión del proyecto fue un congreso celebrado en 2014 en cooperación con otros tres proyectos de la UE. Además, el equipo elaboró un plan de negocio y varios materiales y módulos de educación virtual. HOMBRE ha ayudado a la UE a cumplir sus metas de ralentizar el crecimiento urbano al rehabilitar para nuevos usos terrenos hasta ahora descartados.
Palabras clave
Terreno industrial abandonado, contaminación dispersión urbana, gestión del suelo