Busquin pide un debate pluralista sobre biotecnología
El Comisario de Investigación, Philippe Busquin, pidió un "debate pluralista" sobre biotecnología, en una mesa redonda que tuvo lugar el 9 y 10 de julio entre una comisión temporal sobre genética humana del Parlamento Europeo y representantes de la sociedad civil. El llamamiento del Sr. Busquin se hizo eco de las opiniones de otros asistentes a la reunión, que coincidieron en la necesidad de un amplio debate para llegar a un fundamento compartido de las normas comunitarias sobre biotecnología. El Sr. Busquin reclamó un debate pluralista al poner de relieve que la introducción de una nueva tecnología exige una aceptación pública. Añadió que la Comisión, a finales de año, expondrá una visión estratégica sobre las ciencias de la vida hasta el año 2010. Esta visión reflejará los objetivos establecidos en la cumbre de Lisboa y se centrará en la necesidad de impulsar la investigación en la UE para que adquiera una dimensión internacional. También analizará las medidas necesarias para convocar un debate pluralista sobre biotecnología. Los representantes de la sociedad civil pusieron de relieve otras prioridades en el campo de la biotecnología. Algunos temían que se descuidase la investigación sobre enfermedades infrecuentes y se optase por investigar otras más comunes, ya que dichas aplicaciones resultarían más lucrativas. El Comisario Busquin respondió que la Comisión tiene la responsabilidad de ayudar a los laboratorios que trabajan sobre patologías poco frecuentes para que no abandonen estos esfuerzos investigadores. Kathleen Strong, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pidió que los resultados de la investigación beneficien a todos los ciudadanos del mundo, y en particular, a los de los países menos desarrollados. Expertos británicos defendieron la creación de una red europea de centros de pruebas genéticas, para que todas las personas tengan acceso a todas las pruebas existentes, y no se vean obligadas a buscar pruebas específicas. No se produjo ningún acuerdo entre las organizaciones religiosas y las asociaciones de pacientes con respecto a cuestiones bioéticas. Las asociaciones de pacientes pedían un "enfoque secular" de la investigación, y afirmaban que la cuestión más importante es el beneficio de los pacientes. Por su parte, Gioia Scappucci, de la Conferencia Episcopal de la UE (COMECE) solicitó que la investigación sobre biotecnología estuviese acompañada por el concepto de dignidad humana, efectuando una reflexión adecuada a ese respecto. La Sra. Scappucci sostuvo que no debería autorizarse la utilización de embriones humanos con objetivos de investigación, ni el diagnóstico previo a la implantación, lo cual plantea la amenaza de la eugenesia.