Bush concede financiación federal a una investigación limitada sobre células madre
El Presidente de EEUU, George W. Bush, anunció el 9 de agosto que se asignarán fondos federales a una investigación limitada sobre células madre en ese país, y que se creará un equipo de científicos, juristas, teólogos y especialistas en ética para supervisar el desarrollo de la investigación. Esta medida ha sido criticada por algunos científicos estadounidenses que sostienen que la decisión no ha ido lo bastante lejos. "Para los científicos de EEUU el atractivo de Europa como lugar para especializarse en este tipo de investigación no experimenta ningún cambio gracias a esta decisión," ha dicho un portavoz de la Comisión. La decisión del Presidente Bush limita la financiación a la investigación sobre las líneas de células madre ya existentes (procedentes de embriones que ya han sido previamente destruidos), y no incluye la utilización de los 100.000 embriones congelados que se calcula que existen en las clínicas de fertilidad de EEUU. Tampoco se permite clonar embriones humanos con propósitos investigadores o "terapéuticos". Hay unas 60 líneas de células madres ya existentes en las que se centrará la investigación financiada con fondos federales. El Presidente Bush ha dicho que la investigación sobre estas células podía seguir adelante, ya que en estos casos "la decisión sobre la vida y la muerte ya se había tomado". Además de la investigación sobre las células madre de embriones, Bush también aprobó un aumento de los fondos dedicados a la investigación sobre células madre obtenidas de adultos, cordones umbilicales, placentas y animales, y la financiación federal destinada a ello alcanzará este año los 250 millones de dólares (280 millones de euros). Actualmente la Comisión Europea sólo asigna financiación a la investigación sobre células madre a materiales como los antes mencionados, y no a los procedentes de embriones. La decisión del Presidente ha provocado controversias, ya que durante su campaña electoral del año pasado había manifestado que se oponía a cualquier investigación que implicase la destrucción de embriones humanos vivos, opinión que reiteró el pasado mes de mayo en una carta dirigida a la fundación Cultura de la Vida.