España llega a niveles récord de I+D al asumir la Presidencia de la UE
El porcentaje del PIB (producto interior bruto) español destinado a investigación y desarrollo (I+D) ha alcanzado el nivel más elevado de su historia, precisamente en el momento en que España se hace cargo de la Presidencia rotativa de la Unión Europea. Además de alcanzar el 0,94 por ciento del PIB en el año 2000, el gasto en I+D también ha experimentado uno de los crecimientos más notables que se han producido en los últimos años en España, y también en comparación con otros Estados miembros de la UE. La cifra definitiva de gasto fue de 5.700 millones de euros, lo cual representa un aumento del 14,5 por ciento con respecto al año anterior. "Esto implica la consolidación de la tendencia de crecimiento sostenible, después de la grave crisis que afectó a la inversión en I+D durante el periodo 1994-1996, cuando el gasto cayó a un nivel comprendido entre el 0,81 y el 0,83 por ciento del PIB", ha afirmado un representante del Ministerio español de Ciencia y Tecnología. El porcentaje de fondos públicos dedicados a I+D también ha aumentado hasta un 1,83 por ciento del presupuesto, lo cual coloca a España al mismo nivel o por encima de muchos otros Estados miembros. El incremento del gasto público entre 1999 y 2000 fue del 10,3 por ciento. En el sector privado también se ha registrado un crecimiento en la actividad de I+D, que representa el 54 por ciento del total nacional. No sólo se han llevado a cabo avances en relación con la financiación sino también con el personal. Con las cifras consignadas de crecimiento del personal dedicado a I+D entre 1999 y 2000, España pasó a ser el país de máximo crecimiento de la UE en este campo. La ampliación de plantilla a 76.600 investigadores en 2000 representó un incremento del 24 por ciento sobre el año anterior. El total de personas que trabajaban en I+D se elevó a 120.000 lo que arrojó un aumento del 18 por ciento. En términos reales, esto significa que España de 6,3 pasó a tener 7,1 personas dedicadas a I+D por cada 1.000 y el número de investigadores efectivos pasó de 3,7 investigadores por cada 1.000 a 4,5, aproximándose a la media europea de 5,2. En el sector privado también se ha producido un salto cuantitativo en el número de investigadores, con 5.500 nuevos investigadores en el período estudiado, lo que equivale a un incremento del 37,5 por ciento. El Ministerio ha considerado que estos resultados constituyen una clara demostración de la pertinencia de su labor, concediéndose una atención especial a la importancia de la investigación para la sociedad y a elevar los niveles anteriores de España. Los datos corresponden a los resultados obtenidos después del primer año completo de actuación del Ministerio.
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