Un informe sobre las cotas de referencia de eEurope afirma que la penetración de Internet en la UE muestra un nivel de estancamiento
Un informe, publicado por la Comisión Europea el 5 de febrero sobre las cotas de referencia de eEurope, concluye que la penetración de Internet en la UE podría situarse por debajo del nivel que ocupa Estados Unidos. El informe declara que la conexión a Internet en los hogares de la Unión Europea pasó de un 18 por ciento en marzo de 2000, a un 28 por ciento en octubre del mismo año, incrementándose hasta situarse en el 36 por ciento en junio de 2001 y alcanzando, en diciembre de 2001, el 38 por ciento. El informe indica que este rápido aumento de utilización podría indicar que Europa ha alcanzado su cresta de penetración de Internet. Aunque las estadísticas nacionales parecen confirmar esta tendencia, un estudio previsto para marzo de 2002 confirmará la veracidad de este dato. El documento declara que una de las razones de esta tendencia podría ser que el crecimiento de penetración de Internet está limitado por la posibilidad de acceder a un ordenador personal. Aquellos Estados miembros que muestran el nivel más alto de penetración de Internet han alcanzado un índice de uso en las viviendas del 60 por ciento y la posterior penetración será limitada. El informe recomienda que la atención política se dirija a las plataformas alternativas para el acceso a Internet, como los teléfonos móviles y la televisión digital. El informe destaca, sin embargo, que el índice de asimilación por las empresas es mucho más elevado que el de las viviendas. Casi un 90 por ciento de las empresas con más de diez empleados están conectados a Internet, y el 60 por ciento cuentan con un sitio web. Además, el uso de Internet en toda la población es mayor que el que indican los índices de penetración en las viviendas. Más de un 80 por ciento de los usuarios de Internet se conectan en línea al menos una vez por semana. Si bien, el mayor crecimiento de penetración de Internet en Europa se ha producido en los hogares, en el año 2001 se pudo apreciar, en comparación con Estados Unidos, un crecimiento más lento en la asimilación de Internet en la UE. El informe destaca también que aunque el coste del acceso telefónico se ha ido reduciendo a un ritmo constante, las tarifas de acceso a Internet siguen siendo significativamente más elevadas en la UE que en Estados Unidos. Los costes son mucho mayores para el acceso a la banda ancha, que, según reveló un estudio reciente de GartnerG2, constituye un factor clave de disuasión para los consumidores de Alemania, Francia y el Reino Unido a la hora de cambiarse a la banda ancha. Sin embargo, se produce un contraste entre el ritmo de asimilación de la banda ancha y el éxito del uso de ésta en la creación de redes de Internet de alta velocidad para las universidades europeas e institutos de investigación. La Comisión ha cofinanciado la mejora de 27 redes nacionales de investigación y educación, incluidas las de los países candidatos. En esta red de investigación europea, conocida como GEANT (Gigabit European academic network), participan en la actualidad 32 países, y se ha convertido en la red más rápida que haya existido de este tipo en el mundo. El informe declara que la red es una "herramienta de infraestructura necesaria para el establecimiento del espacio europeo de investigación". Advierte, sin embargo, que las grandes variaciones que existen en la velocidad básica de las redes nacionales tienen "una repercusión en las posibilidades de los investigadores para explotar la capacidad de la red europea de investigación". El estudio informa también sobre un crecimiento del comercio electrónico más lento del pronosticado, apreciándose sólo, durante el pasado año, un aumento marginal en la demanda de productos y servicios comercializados electrónicamente. En octubre de 2000, el 31 por ciento de los usuarios de Internet en la UE habían comprado en línea, llegando a alcanzar el 36 por ciento en noviembre del pasado año. El informe establece como factores clave del lento crecimiento de la venta en línea al por menor, los niveles de penetración de Internet, los altos costes de entrega de los productos y la falta de confianza de los consumidores. También demuestra que, aunque el avance para mejorar la protección contra las amenazas a la seguridad es lento, la Comisión y los Estados miembros adoptarán una serie de medidas en 2002 entre las que figuran el fomento de la sensibilización, el apoyo tecnológico, la reglamentación y la coordinación internacional. La agenda recoge asimismo la creación de una task force sobre ciberseguridad en la UE para permitir que la Unión responda, en el futuro, de forma más eficiente a los retos en materia de seguridad. Destaca que, si bien las cifras de mayo 2001 indican que más del 80 por ciento de los colegios de la UE estaban conectados en línea, "ser estudiante de un colegio conectado a Internet no significa necesariamente que éste tenga acceso a Internet." El informe declara que "la atención debe centrarse en mejorar las conexiones y ampliar el uso educativo," incluidas las medidas para integrar el uso de Internet en los planes de estudio de los colegios y en la formación y apoyo a los profesores. El informe reclama acciones para aumentar la formación en materia de informática en una economía basada en el conocimiento. Según declara, "las competencias digitales son esenciales para que los trabadores en todos los sectores tengan acceso a un puesto de trabajo. Concluyendo que son necesarias las medidas para aumentar el acceso a la formación en competencias digitales ya que "estas son la clave de muchas de las nuevas industrias y servicios, lo que probablemente conduzca a una recuperación del crecimiento".