Hacia una evaluación mejor de los riesgos derivados de las sustancias químicas presentes en el medio ambiente
Los programas vigentes de evaluación de riesgos pueden ayudar a reducir los niveles de pesticidas en el medio ambiente. Sin embargo, teniendo en consideración los cambios actuales en el clima y los usos del suelo, aún existe un riesgo para la biodiversidad y los servicios ecosistémicos del que no se tiene la suficiente conciencia. Ante esta tesitura, el proyecto CREAM (Mechanistic effect models for the ecological risk assessment of chemicals) desarrolló una nueva metodología para elaborar modelos ecológicos denominada TRACE (transparent and comprehensive ecological model evaluation). El concepto de TRACE se basa en documentar de manera sistemática las fases de diseño, desarrollo y prueba de cada modelo a través de una serie de ecuaciones o programas informáticos. También implica analizar y comprender el modelo, así como emplearlo para resolver interrogantes relacionadas con la dinámica poblacional y con el efecto de los agentes tóxicos a nivel individual. Los modelos ostentan una gran importancia a la hora de representar la exposición y el impacto a escala individual, así como para estudiar los efectos de las sustancias químicas sobre las poblaciones. Los socios del proyecto observaron que los modelos de efectos mecánicos representaban la mejor opción para dotar a la evaluación de riesgos de una mayor relevancia ecológica, dado que proporcionan conocimientos sobre el modo en que las sustancias químicas repercuten en los ecosistemas. Por ello, se desarrollaron y utilizaron modelos con los que determinar futuros riesgos normativos relacionados con los productos químicos, en especial en el caso de los pesticidas. Esto fue posible gracias a la elaboración de directrices sobre buenas prácticas de modelización (GoMP). Sirviéndose de la metodología TRACE, el proyecto CREAM sentó las bases para la aplicación de GoMP en la confección de modelos de efectos mecánicos —prácticas que han sido adoptadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)— y para la creación de modelos ejemplares a partir de un conjunto de estudios de caso. Asimismo, muchos de estos modelos pueden utilizarse para comparar diferentes patrones de uso tanto de productos químicos como de compuestos que pueden emplearse como alternativa a los agentes en cuestión. La labor del proyecto CREAM ha supuesto un gran avance en lo referente a propiciar la elaboración de modelos caracterizados no sólo por su eficacia y capacidad predictiva, sino también por su aceptación por parte de legisladores y el sector industrial al ser considerados como unas herramientas valiosas para la toma de decisiones.
Palabras clave
Evaluación de riesgos, sustancias químicas, pesticidas, plaguicidas, ecosistemas, modelos de efectos mecánicos, modelos ecológicos, buenas prácticas de modelización
