Científico prominente pide que se preste mayor atención científica a la Europa meridional
Santiago Grisolía, bioquímico y premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, ha pedido que Europa conceda mayor atención al desarrollo científico de sus países meridionales, como hace con los del norte. En un comentario escrito en el sitio web de la Presidencia española, el doctor Grisolía señala a la atención el hecho de que los avances científicos se originaron en ciudades sureñas y mediterráneas como Atenas y Roma, a las que más tarde siguieron Córdoba, Toledo y Valencia en España, y Florencia en Italia. A medida que se iba extendiendo el conocimiento científico, Montpellier, París, Cambridge, Oxford y Londres "destacaron como centros del saber", escribe Santiago Grisolía, seguidas mucho más tarde por "las grandes Universidades" alemanas y escandinavas. "La concentración europea de centros de poder actuales, especialmente en ciencia, en países nórdicos sería irracional históricamente hablando", afirma el doctor Grisolía, que pide un equilibrio entre el Norte y el Sur en la política comunitaria. "Si Europa quiere continuar con el liderazgo intelectual que siempre ha tenido, debe estimular todos los oasis científicos y culturales, no solamente de países del Norte sino especialmente del Sur, para crear y mantener un vergel de ciencia y cultura que incluya áreas de interés global tales como ha sugerido recientemente el premio Nobel Mario Molina", escribe Santiago Grisolía. Comparando Europa con América del Norte, el doctor Grisolía pide además mantener "el liberalismo filosófico y el científico que [...] sirvió de modelo también al desarrollo americano". Recuerda al lector que muchos de los científicos de América se formaron en Europa, y la importación masiva por Estados Unidos de numerosos científicos europeos por las persecuciones políticas en Europa del pasado siglo.
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