"La misión espacial de más éxito" en busca de un último descubrimiento
Cuando se aproxima el aniversario de su lanzamiento, la última misión de las dos naves espaciales Voyager consiste en indicar a los científicos dónde se encuentra el borde del sistema solar. Las dos naves espaciales Voyager, lanzadas el 20 de agosto y el 5 de septiembre de 1977, fueron enviadas con el propósito de que hicieran llegar imágenes y datos de Saturno y Júpiter, continuando la Voyager 2 hacia Urano y Neptuno. Ahora, sin embargo, se dirigen hacia el borde del sistema solar, o heliopausa. Los científicos están ansiosos por averiguar dónde comienza la heliopausa o si, como prevén, se trata de un objeto en movimiento que cambia según la fuerza de los vientos solares. Se calcula que esta información se pondrá en claro en el plazo de tres o cuatro años. Los científicos son conscientes de que necesitan esta información de retorno de las naves Voyager antes de 2020, cuando está previsto que se agote su energía eléctrica. La Voyager 1 se encuentra a 12.700 millones de kilómetros de distancia de la Tierra y viaja a una velocidad de más de 61.000 kilómetros por hora, mientras que la Voyager 2 está a 10.100 millones de kilómetros de la Tierra y se desplaza a 56.300 kilómetros por hora. Ambas pesan una tonelada. La información que procede de las naves espaciales o que se dirige a ellas tarda 23 horas en realizar un viaje de ida y vuelta a la Voyager 1 y 18 horas en el caso de la Voyager 2. Aunque las Voyager no fueron las primeras naves espaciales que enviaron fotos desde los planetas exteriores -la Pioneer 11 ya lo había hecho en 1979-, se considera que son las que han proporcionado la información más completa. Bradford Smith, quien dirigió el equipo de interpretación fotográfica de las Voyager, ha dicho que éstas constituyen "la misión de más éxito entre las llevadas a cabo por la NASA".