Los actores transnacionales y su nueva influencia en la gobernación mundial
El ritmo cada vez mayor al que las instituciones internacionales brindan a los actores transnacionales mecanismos que permiten su participación, es una de las tendencias que se han abierto paso con mayor fuerza en las dos últimas décadas en la gobernación mundial. El proyecto DII (The design of international institutions: Legitimacy, effectiveness and distribution in global governance) ha analizado las causas y los efectos de este cambio en el diseño de las instituciones internacionales. Este proyecto financiado con fondos europeos ha estudiado las razones de este giro hacia lo transnacional en la gobernación mundial; también ha analizado la efectividad de estas entidades para la resolución de problemas y en los ámbitos de la legitimidad democrática y los resultados distributivos de los organismos internacionales. Los investigadores del proyecto han combinado análisis estadísticos y estudios de caso, con el fin de evaluar de modo comparativo a los actores transnacionales presentes en más de cincuenta organismos internacionales; sus conclusiones son de interés tanto para el mundo académico como para los miembros activos de estas comunidades. Lo primero que se desprende es que los organismos internacionales permiten cada vez un mayor protagonismo a los actores transnacionales. Si se compara con las normas de cada institución que regulaban esta cuestión en 1950, el margen que se permite hoy en día a estos actores en los organismos internacionales era ya cuatro veces más amplio en el año 2010. Los organismos de ámbito mundial son mucho más permeables al cambio de lo que cabía esperar. Esta considerable mayor apertura de los organismos hacia los actores transnacionales se explica sobre todo por dos razones. La primera es una cooperación cada vez mayor en ámbitos en los que estos actores pueden ayudar, como la oferta de asistencia a las poblaciones locales, o la obtención de información sobre violaciones de derechos humanos, servicios ambos que los organismos internacionales necesitan y para cuya prestación ellos mismos no están bien capacitados. El segundo factor tiene que ver con la democracia interna en el seno de estosorganismos, que obliga a los gobiernos de los Estados miembros a regirse por principios democráticos en su actuación internacional. Las conclusiones de DII también muestran que estos actores aprovechan las oportunidades que se les brindan de una manera desigual. Así, los actores transnacionales de países occidentales, del norte y con ánimo de lucro están sobrerrepresentados, lo que indica que los recursos con que cuenta cada uno de ellos es un factor importante para permitirles aprovechar más o menos las grandes oportunidades de acceso a la gobernación mundial. También se desprende que gozan de una mayor influencia los actores transnacionales que se dedican principalmente a aportar asesoramiento, frente a las que tienen por objetivo movilizar a la opinión pública; esto vincula a los actores transnacionales a los grupos de interés a nivel de cada país. El hecho de que estos actores participen en la elaboración de políticas a nivel mundial no aporta una mayor legitimidad a los organismos internacionales, ni ante el público en general ni ante los propios actores transnacionales. Por último, la justicia distributiva es un factor que debe tenerse en cuenta a la hora de evaluar la legitimidad de los organismos internacionales. El proyecto DII ha ampliado la literatura sobre el diseño institucional internacional, la participación de los actores transnacionales en la gobernación mundial y la democracia más allá del estado nación. También abre una nueva línea de investigación sobre el diseño de los organismos internacionales, a base de una audaz combinación de desarrollo de teorías novedosas e investigación empírica comparativa.
Palabras clave
Actores transnacionales, gobernación mundial, organismos internacionales, DII