Bioplástico obtenido a partir de residuos
Las cutículas de las plantas son la capa exterior de las hojas, resistente e impermeable. Este material es el equivalente natural a la lámina de plástico y se podría adaptar a usos industriales. El proyecto BIOPROTO (Bioplastic production from tomato peel residues), financiado por la Unión Europea, estudió formas de obtener artificialmente el material de las cutículas a partir de pieles de tomate. Europa produce más de once millones de toneladas de tomates al año, de las cuales las pieles representan una cuarta parte infrautilizada. Sin embargo, las pieles de tomate son baratas y químicamente adecuadas para convertirlas en una sustancia parecida a la de las cutículas. El proyecto estudió los polímeros de la piel de tomate y las posibilidades de convertirlos en bioplásticos. El equipo siguió varias líneas de investigación. Durante las primeras fases se trabajó en la síntesis química en un ácido fuerte, el autoensamblado del polímero en agua y varios procesos industriales sostenibles para el medio ambiente. El grupo también utilizó espectroscopia Raman e infrarroja para ayudar a refinar los residuos de piel de tomate. Los resultados dieron lugar a un nuevo conjunto de láminas y recubrimientos obtenidos a partir de la parte lipídica de las cutículas de las plantas. El resultado también representa un proceso potencialmente escalable para fabricar bioplásticos adecuados para utilizarlos en el sector de la alimentación. El nuevo plástico de BIOPROTO es biodegradable y tiene un impacto mínimo sobre el medio ambiente. Además, la producción de la sustancia es económica y ofrece una ventaja competitiva para las empresas europeas.
Palabras clave
Cutículas, bioplástico, BIOPROTO, tomate, polímero, lámina
