La glaciación meteoriza las rocas y afecta al clima
Cuando el dióxido de carbono (CO2) atmosférico se disuelve en el agua de lluvia forma ácido carbónico que puede meteorizar las rocas. En última instancia, este CO2 puede ser incorporado en los organismos acuáticos como carbono orgánico, eliminándolo de la atmósfera e influyendo en el clima. Dado que la meteorización libera al entorno compuestos químicos presentes en las rocas, la composición de los sedimentos y de las aguas fluviales circundantes puede proporcionar información sobre la magnitud del proceso de meteorización química. Para comprender cómo la glaciación está afectando al proceso de meteorización en el Ártico, los investigadores del proyecto financiado por la Unión Europea LITTING (Lithium isotopes as a tracer for changes in interglacial-glacial weathering processes) estudiaron la composición química de un río de una cuenca glaciar y de un río de una cuenca no glaciar en el Ártico. Los investigadores identificaron asimismo el tipo de bacterias presentes en los sedimentos de los dos ríos, localizados en Svalbard (un conjunto de islas noruegas en el océano Ártico). El análisis reveló que el ácido sulfúrico, formado a partir del mineral de pirita (sulfuro de hierro), favorecía la meteorización de las rocas en las dos cuencas hidrográficas estudiadas. Sin embargo, mientras que en la cuenca no glacial el ácido sulfúrico era responsable de la mayor parte de la meteorización, en la cuenca glaciar el ácido carbónico también contribuía al proceso de meteorización. El estudio de las características químicas de la microbiota reveló además que la glaciación altera la composición química del agua de los ríos mediante la interacción de factores biológicos, físicos y químicos. Los dos ríos contenían una baja cantidad del tipo de carbono producido normalmente por los organismos fotosintéticos (por ejemplo, plantas y algas). Sin embargo, el carbono orgánico disuelto parecía proceder de organismos que emplean el metano, un gas de efecto invernadero, como fuente de energía. Estos microbios, conocidos como metanotrofos, podrían haber afectado a las condiciones climáticas pasadas mediante el consumo de metano del permafrost ártico. El tipo de protozoos presentes en las dos cuencas también difería, obteniendo predominantemente su energía a partir de compuestos químicos (quimiotrófos) en la cuenca glaciar o a partir de la luz (fotosintéticos) en la cuenca no glaciar. La información proporcionada por LITTING sobre el proceso de meteorización en ecosistemas de alta latitud puede ser empleada para predecir cómo estas regiones responderán a unas condiciones climáticas más cálidas. Concretamente, este estudio demuestra cómo con la meteorización futura podría modificar el aporte de nutrientes en el océano Ártico.
Palabras clave
Glaciación, clima, cuencas hidrográficas árticas, meteorización, LITING