Un nuevo estudio indica que el ecosistema es menos susceptible al cambio global de lo que se creía
Los científicos que estudian los efectos que producen los diferentes tipos de especies animales sobre las comunidades vegetales se han encontrado con resultados inesperados, que quizás indiquen que el ecosistema es menos susceptible al cambio de lo que se pensaba con anterioridad. Investigadores del Reino Unido, Alemania y Finlandia están llevando a cabo un estudio sobre las consecuencias del cambio global en la biodiversidad del suelo en las instalaciones de Ecotron, en Inglaterra. Han descubierto que, si bien las comunidades vegetales resultan notablemente alteradas según el tamaño y el tipo de vida animal que exista entre sus raíces, las dimensiones claves del ecosistema, por ejemplo el rendimiento agrícola global o la cantidad de carbono almacenada, no se ven afectadas. El principal autor del experimento, Dr. Mark Bradford, explica: "El estudio sugiere que, si se modifican las comunidades existentes en el suelo, pongamos por caso debido al impacto del cambio global, puede alterarse la forma en que trabajan los sistemas, pero esto no tiene consecuencias importantes en lo que se refiere a los productos del sistema, por ejemplo la cantidad de hierba producida." El estudio fue realizado en 16 cámaras de gran tamaño con climas controlados por ordenador, cada una de las cuales contenía un metro cuadrado de pradera escocesa. Se aplicaron durante nueve meses condiciones que imitaban las temperaturas veraniegas, semejantes a una época de crecimiento continuado, y se introdujo fauna pequeña, mediana y grande, desde bacterias hasta escarabajos. Basándose en experimentos anteriores, los científicos habían esperado que aquellas comunidades en las que se había introducido una fauna de mayor tamaño producirían rendimientos más elevados y almacenarían más carbono. Descubrieron, en cambio, una variación muy escasa en los niveles correspondientes, a pesar de las diferencias tan notables entre las especies animales introducidas. Una posible explicación de estos resultados es que los efectos positivos y negativos que produce la fauna en el suelo se anulan entre sí, y no provocan un cambio neto en el ecosistema. Sin embargo, el Dr. Bradford advirtió que se necesitaba investigar más para llegar a conocer en su totalidad el impacto de los cambios entre especies animales en las comunidades existentes en el suelo. "Otros estudios pueden revelar que estos cambios ejercen un impacto a una escala temporal más prolongada, y nuestras investigaciones actuales sugieren que bien podría ocurrir tal cosa," afirmó.