En busca de buenas bacterias
"Microbe Diagnostics", un proyecto financiado por la UE está desarrollando unas nuevas técnicas que permitirán a los científicos, basándose en el ADN, identificar rápidamente las bacterias del intestino. La comunidad microbiana, residente en el tracto intestinal humano, influye de manera clave en la salud y el bienestar de los seres humanos. Si bien, el ecosistema intestinal es muy complejo, con más de 400 especies bacterianas diferentes en nuestros intestinos, todas ellas interactuando entre sí y con los alimentos que ingerimos. Ser capaz de identificar qué bacteria es cada una, y cuál es su función, es esencial para comprender cómo funciona el ecosistema y saber cómo manipularlo (o evitar que se trastorne) a fin de recobrar o mantener la salud. Entre las nuevas técnicas desarrolladas por el proyecto figura la citometría de flujo, que permite el análisis rápido y fiable de un amplio número de muestras. Esta técnica se utilizará para determinar qué bacterias se encuentran generalmente presentes en los intestinos de la gente sana, y cómo cambia este ecosistema conforme avanza la edad, o se modifican la dieta y el tipo de vida. También se empleará para determinar las diferencias entre el ecosistema de las personas sanas y el de las enfermas, y qué bacterias están presentes en las enfermedades intestinales crónicas, como la enfermedad inflamatoria del intestino grueso. Este descubrimiento permitirá el desarrollo de enfoques terapéuticos, incluida la modificación beneficiosa del ecosistema intestinal.