El problema de las relaciones entre la universidad y la industria en Portugal
El proyecto de investigación "Competitividad y exclusión social: Las áreas metropolitanas de Lisboa y Oporto" ha puesto de manifiesto el papel clave que desempeña la relación entre las universidades y la industria en el impulso de la innovación. El informe, elaborado por Luísa Oliveira y Helena Carvalho, ha sido financiado por la Fundação para a Ciência e a Tecnologia (Fundación de Ciencia y Tecnología). Se basa en el concepto de que la competitividad en la economía actual ha desplazado al modelo de producción en masa de productos estandarizados y a bajo precio por un modelo de desarrollo basado en el ritmo de creación de productos innovadores y en los nuevos mercados. La investigación científica es la fuente de la excelencia de conocimiento de este tipo de producto. El aspecto clave para dar una respuesta eficaz a los retos de la innovación está determinado por la capacidad transferir adecuadamente el conocimiento de las universidades a las empresas, a través de la absorción de licenciados y postgraduados (trabajadores del conocimiento) o mediante la aplicación directa de actividades de investigación y desarrollo (I+D), un proceso que prevalece en las economías que cuentan con un sólido sector basado en la ciencia, como las telecomunicaciones y la biotecnología. El panorama empresarial e industrial portugués se caracteriza por la escasa presencia de estos sectores y por la pequeña contribución que realizan las empresas al gasto nacional en ciencia y tecnología. Las autoras pretendieron explorar la posibilidad de la segmentación del área de innovación en Portugal, teniendo en cuenta las siguientes variables estructurales: el "conocimiento intrínseco de una empresa" (que se mide por el personal cualificado y por la existencia de actividades de I+D); la "innovación" (innovación de productos en los últimos cinco años) y las "relaciones con las instituciones científicas y tecnológicas" (centros de investigación, consultores técnicos, universidades, laboratorios públicos y con el instituto portugués de calidad y centros tecnológicos). Las conclusiones han demostrado que el área de innovación no es homogénea. Las autoras encontraron una característica estructural determinante que marca la dualización del área de innovación, y que depende de la mayor o menor concentración de conocimiento tecnológico. De esta forma, las empresas vinculadas a las instituciones científicas y tecnológicas son también las que cuentan con niveles más elevados de personal cualificado, con más departamentos de I+D internos y con gestores altamente cualificados. Por otro lado, encontraron empresas que no tenían relaciones con estas instituciones, que no mostraban niveles de contratación, o muy reducidos, de personal cualificado y con gestores insuficientemente cualificados. Esta dualidad se traduce en una capacidad de innovación de productos muy diferenciada.
Países
Portugal