"Las meras declaraciones de los Estados miembros no son suficientes," afirma Busquin sobre el objetivo de Lisboa
Europa debe invertir más en investigación para convertirse en 2010 en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, y la reducida inversión en investigación y capital humano por parte de los Estados miembros está poniendo en tela de juicio el objetivo fijado en Lisboa. Esta advertencia terminante fue dada a conocer por el Comisario europeo de Investigación, Philippe Busquin, después de la publicación el 8 de noviembre de los nuevos indicadores de ciencia y tecnología (C&T) de la UE. En el informe, titulado "Science, technology and innovation - key figures 2002" (Ciencia, tecnología e innovación - cifras clave 2002), aparece un amplio resumen general de la inversión efectuada por los Estados miembros en las áreas de investigación, educación, formación, recursos humanos, bienes de capital de alta tecnología y servicios públicos informatizados. El Sr. Busquin afirmó: "Las meras declaraciones no son suficientes; también hay que poner en práctica los compromisos." Los resultados muestran que algunos países, sobre todo Dinamarca, Suecia y Finlandia, están actuando correctamente en lo referente a la inversión global y al crecimiento de la inversión, pero que la acción de la UE en conjunto se está quedando retrasada en estas áreas. En el informe se dice que Italia y España "necesitan urgentemente realizar un esfuerzo adicional." También existen indicadores que analizan el comportamiento de la UE en su transición a una economía basada en el conocimiento, y que muestran que los Estados miembros en este campo están mejorando con más rapidez que EEUU, pero que la tasa de crecimiento no es lo bastante elevada como para adelantar a la economía estadounidense en 2010. Una de las áreas examinadas en el informe es la de recursos humanos, sobre todo con respecto a los titulados en C&T y la cantidad global de investigadores. Resulta preocupante el hecho de que los indicadores pongan de manifiesto que la UE produce más titulados en C&T (incluidos los doctorados) que EEUU y Japón, tanto en números absolutos como en porcentaje de su población, pero esta superioridad no se refleja en el número de investigadores. En proporción a su mano de obra, la Unión Europea tiene menos investigadores que EEUU o Japón, y una tasa de crecimiento más reducida significa que esta brecha se está ampliando. Uno de los principales desafíos que afronta la UE en el intento de cumplir sus objetivos de competitividad es la consecución de la meta fijada en 2002 en Barcelona, que prescribía una elevación del gasto en investigación desde el 1,9 al 3 por ciento del PIB. El Sr. Busquin ha recalcado reiteradamente que este incremento tendrá que provenir del sector privado, y ha solicitado que los Estados miembros implanten medidas destinadas a estimular la inversión requerida.