Liikanen reclama un marco común para la política de innovación
El Comisario europeo de Empresa y Sociedad de la Información, Erkki Liikanen, ha pedido a los Estados miembros y a la Comisión que trabajen juntos en la creación de un marco europeo común para la política de innovación. Instó a los Estados miembros a que elaboraran indicadores, establecieran objetivos para el rendimiento nacional de la innovación y comunicaran los resultados, como recomienda la reciente comunicación publicada por la Comisión sobre la política de innovación. El Comisario intervino en una conferencia de las partes interesadas en Bruselas, el 13 de marzo, organizada para presentar la comunicación, iniciar un dialogo con los representantes nacionales y regionales sobre los temas que plantea el documento, y ofrecer algunas orientaciones expertas sobre la innovación en Europa. La comunicación se elaboró en el contexto del objetivo de la UE de convertir a Europa en la economía más competitiva del mundo para 2010, la llamada estrategia de Lisboa. El señor Liikanen advirtió a los delegados que los indicadores de estadísticas sobre el actual rendimiento de la innovación en Europa demuestran que la consecución de este objetivo no está garantizado de forma alguna, y declaró que: "Alcanzar los objetivos de Lisboa supone acelerar el progreso". El Comisario reiteró la importancia de las medidas recomendadas en la comunicación: una mejor coordinación de las políticas de innovación entre los Estados miembros y la UE, y el fomento de la innovación a través de las áreas políticas relacionadas con el empleo y la educación. Destacó también el papel de las ciudades europeas como centros de la innovación, mencionando la existencia de infraestructuras trascendentales y el acceso amplio a la mano de obra. "Las ciudades europeas ofrecen oportunidades reales para los individuos innovadores, aunque debemos garantizar también que nuestras ciudades ofrecen asimismo formas de vida atractivas [...]. Debemos aprovechar la diversidad que existe en Europa y acoger a los que vienen de fuera," declaró. El señor Liikanen declaró, en el contexto del proceso de ampliación, que los países en vías de adhesión se enfrentan a un gran desafío, si bien la capacidad que ya han demostrado para reformar sus economías como uno de los preparativos para su adhesión como miembros de la UE le hace confiar en su capacidad para incentivar los niveles de innovación. Maja Bucar, del centro de relaciones internacionales de la Universidad de Liubliana, achacó a una serie de factores el escaso índice de rendimiento en innovación de los países candidatos. Tradicionalmente, los niveles bajos de gasto en investigación y desarrollo, la falta de inversión de capital y de estructuras de financiación, y el fallo en la aplicación de políticas bien ideadas han contribuido a refrenar la innovación, declaró. Para superar este tipo de desafíos, la señora Bucar destacó la necesidad de promover una cultura de la innovación a todos los niveles de la sociedad. Un compromiso hacia el aprendizaje permanente, una mejor cooperación entre la industria y las instituciones de investigación, y una intervención proactiva del gobierno contribuirán a la creación de este tipo de cultura y, como resultado, a incentivar la competitividad, declaró. El doctor Paul Reynolds presentó algunos de los resultados clave de la supervisión integral del espíritu empresarial, el proyecto de investigación más completo del mundo sobre innovación y espíritu empresarial, el cual ideó y gestiona actualmente. Los resultados de la supervisión indican que los niveles más inferiores de espíritu empresarial se encuentran en Europa y entre las naciones desarrolladas de Asia, como Japón y Singapur, mientras que los niveles más altos se dan en los países en desarrollo de Asia, como India y China. Dentro de la UE, existen marcadas variaciones regionales en los niveles de espíritu empresarial, declaró el doctor Reynolds. Los esfuerzos para promover la innovación en Europa, según cree él, se beneficiarán de los sistemas de educación óptimos, de la creciente inversión en investigación, del establecimiento de estructuras financieras, una mano de obra técnicamente capacitada y proclive a la movilidad, y de la presencia de una fuerte voluntad política. Lo que frena el avance del progreso en Europa para alcanzar el crecimiento empresarial y la riqueza económica como objetivos principales, sin embargo, es la ausencia de una cultura de la innovación y una reticencia extendida entre los ciudadanos, en comparación con un país como Estados Unidos. El doctor Reynolds opinó también que la clave para incentivar la innovación radica en el fomento de una cultura empresarial, centrada particularmente en convencer a los jóvenes adultos para que pongan en marcha sus propias empresas. Maria João Rodríguez, una figura clave en la creación de la estrategia de Lisboa y catedrática de la Universidad de Lisboa, se centró en las medidas disponibles para las instituciones de la UE y de los Estados miembros para fortalecer su rendimiento en innovación. "Se debería fomentar y apoyar la creación de productos y servicios innovadores en el seno de las empresas europeas, como principales agentes de la innovación" declaró la doctora Rodrigues. Definió el próximo Consejo de Primavera como una oportunidad ideal para mejorar el marco de la política europea de innovación y para impulsar la cooperación. La doctora Rodrigues enumeró también las mejores prácticas de los programas de innovación del Gobierno portugués, cuando propuso próximos debates de las partes interesadas con los líderes empresariales y de educación para conducirlos hacia un proceso de creación de nuevos sistemas de generación de innovación. En realidad, el mensaje final del señor Liikanen a los interesados presentes en la manifestación fue que deberían comunicar las propuestas de la Comisión a sus respectivos países y regiones, y que espera generar comentarios de todas las partes interesadas que sirvan para la preparación de futuras iniciativas y del Consejo de Primavera a finales de marzo.