El Cuadro de tendencias evalúa el avance de la innovación en Europa
La Comisión Europea ha publicado el informe sobre el Cuadro de tendencias de la innovación 2002 que evalúa, en particular, el avance de los Estados miembros hacia los objetivos fijados en la comunicación sobre innovación 2000. El informe se basa en diversas fuentes, que van desde el cuadro de indicadores de la innovación y una base de datos sobre medidas políticas innovadoras, hasta una serie de seminarios de evaluación comparativa de políticas. Cada uno de los objetivos que figura en la Comunicación 2000 se trata de forma individual, utilizando ejemplos concretos. En respuesta al llamamiento a una mejor coordinación de la política de innovación, el informe declara que entre los responsables políticos existe una creciente conciencia acerca de las ventajas potenciales del aprendizaje transnacional. Son ejemplos de ello el gobierno neerlandés, que ha llevado a cabo un estudio comparativo sobre políticas innovadoras, y los políticos irlandeses que actualmente están recogiendo información procedente de instituciones públicas de investigación. Sin embargo, según el Cuadro de tendencias, cuestiones tales como la "ministerización cruzada", que dispersa la innovación entre distintos ministerios, con lo cual carece de sede administrativa, continúa siendo un obstáculo para la coordinación eficaz de las políticas. A pesar de estos impedimentos, el informe pone de manifiesto que los Estados miembros han aceptado ampliamente la lógica de un establecimiento periódico de objetivos, una evaluación de supervisión y una revisión paritaria, tal como se estipula en la Comunicación. Por ejemplo, el Reino Unido posee un sistema muy avanzado de evaluación y rendición de cuentas: las propuestas de nuevos programas de innovación no sólo requieren una fundamentación, unos objetivos y una valoración, sino también mecanismos viables de supervisión, evaluación y comentario. También se están incrementando las medidas para mejorar la transferencia de conocimientos entre instituciones públicas de investigación y la industria. Sin embargo, según el informe, ha habido ciertos progresos hacia el mejoramiento de la evaluación comparativa de las asociaciones entre dichos sectores. Con respecto a los incentivos fiscales, el informe señala que los Estados miembros están desarrollando activamente métodos de tributación que impulsan la innovación: España es el primer país que piensa establecer deducciones tributarias con respecto al gasto en innovación, por ejemplo la inversión en equipos innovadores y la creación de redes. En la mayoría de los casos, empero, los créditos fiscales de investigación y desarrollo (I+D) continúan siendo el instrumento fiscal más empleado en la política de innovación. Según el informe del Cuadro de tendencias, la atención que se concede a la investigación suele discriminar a las pequeñas y medianas empresas (PYME), que rara vez poseen la capacidad de llevar a cabo investigaciones en su propia sede, y de innovar mediante actividades como por ejemplo la transferencia de tecnología, la formación y el diseño industrial. Con carácter general, el estudio sostiene que se ha producido una respuesta positiva a las peticiones de mejora de la eficiencia de las incubadoras de empresas y al establecimiento de nuevos programas de educación y formación en espíritu empresarial e innovación. El informe descubre una mayor colaboración entre universidades e industria, con la introducción de programas de movilidad que apoyan la movilidad de los investigadores entre las instituciones públicas de investigación y las empresas del sector privado. Por ejemplo, Suecia ha ampliado sus medidas en este ámbito a través de la creación de 16 nuevos centros docentes de investigación para posgraduados, y España ha creado recientemente dos programas que incrementan la movilidad dentro de su comunidad científica y tecnológica. De igual modo, se han instaurado numerosos planes de acción o estrategias de aprendizaje permanente en toda Europa, con el propósito de abrir la innovación a la sociedad en general. El informe del Cuadro de tendencias no sólo examina el avance de los Estados miembros con respecto a la política de innovación, sino que también comenta el actual clima de innovación en los países candidatos. Algunos de ellos, por ejemplo Estonia, han realizado progresos significativos, pero el informe declara que ninguno de los futuros miembros dispone de una estrategia coherente de innovación. Además, si bien se han efectuado progresos en la transferencia de know-how desde los Estados miembros a los países candidatos, dicha transferencia aún no ha despegado. El informe indica que la proximidad geográfica y cultural parece ser clave para determinar la política de asociaciones para la transferencia. Con respecto al futuro, el informe afirma que existe una tendencia hacia la implicación de los agentes en la elaboración de políticas. Por ejemplo, el Consejo austríaco de investigación y desarrollo tecnológico ha lanzado un nuevo programa que aspira a promover la comprensión pública de la importancia social y económica de la investigación y la innovación. Por último, se espera que la información proporcionada en el Cuadro de tendencias desempeñe un papel en el desarrollo de una "coordinación abierta" de la política de innovación, con el propósito de extender las buenas prácticas en toda Europa. "Para avanzar en esa dirección, podría invitarse a los Estados miembros a colaborar con la Comisión, otorgando un perfil político más elevado a los informes nacionales del actual Cuadro de tendencias," concluye el informe.