Según el Presidente de Estados Unidos los temores sin fundamento científico de Europa promueven el hambre en África
El Presidente de Estados Unidos George W Bush ha acusado a Europa de bloquear las iniciativas para acabar con el hambre en África con su oposición a los alimentos modificados genéticamente. El Sr. Bush hizo estos comentarios en un discurso el día 21 de mayo, después de que Estados Unidos tomara la decisión de presentar una queja ante la Organización Mundial del Comercio relativa al procedimiento de autorización de Europa con respecto a los organismos modificados genéticamente (OMG). Los Comisarios Europeos calificaron esta medida de "falta de fundamento jurídico y políticamente inservible". "Ampliando el uso de nuevos biocultivos de alto rendimiento y liberando el poder de los mercados, podemos incrementar drásticamente la productividad agrícola y alimentar a más gente en todo el continente [Africano], dijo el Sr. Bush. "Pero nuestros socios de Europa están impidiendo esta iniciativa. Han bloqueado todos los biocultivos nuevos por miedos infundados y poco científicos". Y continuó diciendo: "los Gobiernos europeos deberían unirse a la causa, no impedirla, de acabar con el hambre en África". El principal objetivo del ataque del Presidente de los Estados Unidos fue la llamada moratoria de facto sobre la autorización de nuevos OMG vigente en la UE desde 1998. Sin embargo, la Comisión sostiene que, desde que se introdujeron las nuevas leyes sobre trazabilidad y etiquetado de los OMG, se han reanudado los procedimientos de autorización y la moratoria no sigue en vigor. En un artículo del Wall Street Journal, el representante comercial de Estados Unidos rechazó este argumento advirtiendo del "efecto peligroso" de la política de la UE, ya que "algunos países africanos afectados por el hambre rechazaron la ayuda alimentaria de Estados Unidos debido a los falsos miedos respecto a la seguridad alimentaria, fomentados por una retórica irresponsable. El 19 de mayo, el ministro de medio ambiente del Reino Unido, Michael Meacher, advirtió que la producción de alimentos orgánicos estaba amenazada por la contaminación procedente de cultivos genéticamente modificados. Según el ministro, "la coexistencia de cultivos orgánicos y genéticamente modificados constituye un verdadero problema".
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Estados Unidos