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Un centro regional de innovación señala la necesidad de crear un servicio europeo de incubadoras

El "Southern Oxfordshire Enterprise Hub" (SOEH, o nodo empresarial de la zona sur de Oxfordshire) es un organismo público británico que presta asistencia a dirigentes de empresas y negocios a través de varios centros de innovación. Constituido en 2003, el nodo se sigue establ...

El "Southern Oxfordshire Enterprise Hub" (SOEH, o nodo empresarial de la zona sur de Oxfordshire) es un organismo público británico que presta asistencia a dirigentes de empresas y negocios a través de varios centros de innovación. Constituido en 2003, el nodo se sigue estableciendo como agente clave de la promoción de la innovación en el sureste del Reino Unido; sin embargo, en una entrevista concedida a Noticias CORDIS, Mike Wright, director del SOEH, explicó la magnitud del papel que le auguraba al nodo, en una colaboración con socios afines de otros países cuyo objeto fuera la apertura de un punto de acceso para aquellas empresas que desearan introducirse en nuevos mercados europeos. El propósito central del SOEH consiste en mantener la tradicional posición de fuerza de Oxfordshire en la generación de innovación científica y tecnológica, y la creación de empresas por escisión. El éxito se mide por el número de puestos de trabajo y compañías creadas; de ello da prueba el hecho de que el Centro de innovación de Harwell, uno de los tres centros de innovación del nodo, acabe de atraer a su 50ª empresa de nueva creación desde 2000. "El alto grado de innovación de Oxfordshire tiene su origen en una combinación de factores entre los que conviene destacar el papel determinante de los nodos empresariales", expone el director del SOEH. "Proporcionamos asesoramiento experto sobre cómo comercializar ideas y dónde buscar ayuda para captar fondos; para ello, por ejemplo, ponemos a los inversores en contacto con las empresas, de forma que las ayuden a entender los mecanismos de captación de capital de inversión". El nodo presta asistencia a organizaciones pertenecientes a sectores dispares, como los de biomedicina, comunicaciones, medio ambiente, ingeniería y tecnología de la información, abarcando su clientela desde empresarios individuales hasta grandes institutos de investigación. En ámbitos específicos, el SOEH ya tiene desarrollada alguna forma de conexión con redes europeas, como a través de la red Oxfordshire Biolink, que busca promover la cooperación entre empresas de biotecnología a escala regional, nacional y europea. Ahora bien, Wright opina que los centros de innovación como el de Harwell bien podrían consolidar su papel en la oferta de oportunidades europeas a las empresas innovadoras. "En la mayoría de las empresas con las que hemos trabajado, el acceso a otros mercados europeos tiende a cuajar más adelante en el plan de negocio; ahora, lo que intentamos es animar a las empresas más pequeñas a planteárselo antes", explica. "En particular en los sectores con elevado grado de mundialización como el biotecnológico, en que la competencia no sólo se ejerce desde lo local, sino desde cualquier punto del planeta", continúa. Mike Wright entiende que para las empresas basadas fuera del Reino Unido que se planteen explorar nuevos mercados, los centros de innovación y nodos empresariales como el SOEH podrían suponer el primer paso verdadero, la primera base desde donde iniciar su andadura, prestándoles toda la ayuda y conocimiento local que suministran a diario a las empresas británicas. No sólo eso, sino que los centros de innovación de toda Europa podrían reunirse hasta formar una red de primeras bases a partir de la cual Wright pudiera orientar a los clientes empresariales hacia mercados y oportunidades de cooperación disponibles en otras zonas de la UE, para beneficio añadido de la competitividad de las compañías. "El principio fundamental es que las incubadoras y centros de innovación sirvan de pasarelas a nuevos países y mercados", explica Wright. "Este modelo ya está dando buenos resultados entre Japón y EEUU, y no me cabe la menor duda de que también beneficiaría a las empresas europeas". Mike Wright advirtió que el éxito de lo expuesto quedaría supeditado a la búsqueda de un socio de ideas afines con el que desplegar la base de colaboración. Preguntado sobre el papel que le auguraba a la UE en una red de estas características, el director de SOEH indicó que la Unión podría facilitar el proceso proporcionando recursos para el establecimiento de contactos y la definición de ámbitos de cooperación.

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