Una nueva definición de la pobreza
En las últimas décadas, en Estados Unidos se ha intensificado la desigualdad económica y social, proceso este que se ha visto agravado en los últimos tiempos debido a la crisis económica. Uno de los medios para abordar este problema socioeconómico es promover la participación de las minorías desfavorecidas en la esfera pública y su implicación activa en la vida política, de manera que puedan influir en los procesos de cambio. Consciente de ello, un equipo de investigadores analizó la participación política de dichos colectivos en el marco del proyecto GENIDMOV (Construction and modes of expression of differences in collective action of Afro-Americans and Latinos in a California barrio. Two case studies: One East Palo Alto and San Francis of Assisi), financiado con fondos europeos. Los socios entrevistaron a mujeres, afroamericanos, latinos e inmigrantes residentes en San Francisco para determinar su relación con la política y las implicaciones del género, la clase, la raza y el origen étnico en la participación en la vida política. Las minorías o comunidades marginadas no suelen estar interesadas en la participación política ni en el ejercicio del voto, a pesar de que la mayoría de sus miembros tienen preferencias políticas y pueden adoptar una actitud activa en este ámbito, salvo que residan ilegalmente en el país. Habida cuenta de esta realidad, el equipo realizó tres hallazgos clave que podrían alentar la participación en la esfera política. En primer lugar, que la pobreza no tiene por qué ser necesariamente un estado permanente, sino la consecuencia de una situación de pobreza heredada o de un «bache» en la vida. En su mayoría, los encuestados que habían logrado mejorar su economía habían heredado su situación de pobreza, mientras que entre los que se encontraban en una trayectoria de declive la pobreza era generalmente sobrevenida y ajena a su origen familiar y social. En segundo lugar, la lucha diaria por la supervivencia fomenta las actitudes individualistas y la búsqueda de chivos expiatorios —los «negros» en el caso de los inmigrantes latinos, los musulmanes en el de los asiáticos nacionalizados, etc.—. Ello se debe a varios motivos, entre los cuales cabe mencionar la «aversión al último de la fila», que se intensifica a medida que disminuyen los ingresos y se acerca amenazante el último escalafón de la sociedad. En tercer lugar, el equipo de GENIDMOV observó que la competencia por las ayudas sociales y los apuros de la vida diaria no favorecen la solidaridad colectiva ni la consciencia de grupo basada en el género, el origen étnico u otros factores. Las diferencias significativas entre individuos del mismo grupo antes de caer en la pobreza también dificultan la solidaridad colectiva. Los hallazgos del proyecto se divulgaron entre las partes interesadas, tanto en Europa como en Estados Unidos, a través de actos académicos, congresos, artículos de prensa y diversas publicaciones. Asimismo, se crearon asociaciones de investigación consagradas a los últimos hallazgos sobre la pobreza. Los resultados contribuirán sin duda al discurso sobre la mitigación de la pobreza.
Palabras clave
Pobreza, desigualdad social, minorías, GENIDMOV, acción colectiva, participación política
