Protección para la patata peruana
La patata es originaria de los Andes centrales, donde su cultivo durante miles de años ha dado lugar a diversas variedades. Las prácticas agrícolas introducidas durante la revolución verde acontecida durante la década de 1960 redujeron drásticamente la diversidad de variedades cultivadas de la patata. Ahora, organizaciones como el Parque de la Papa en Cuzco está intentando recuperar dicha diversidad. El proyecto financiado por la Unión Europea BIOVALUE (Cultural and bio – diversity protection through Heritage policies) documentó el sistema de valores atribuido a las patatas andinas en áreas protegidas. El equipo analizó asimismo la repercusión de los esfuerzos de conservación de germoplasma. El Parque de la Papa desempeña su labor en la ciudad de Cuzco, enclavada en las tierras altas peruanas, y está dirigido por diferentes actores nacionales y organizaciones no gubernamentales conservacionistas. Los investigadores de BIOVALUE estudiaron la conservación de la genética de la patata a nivel local y global. Estos indagaron en las biografías sociales de la patata, revelando así los múltiples valores atribuidos a este tubérculo. Los resultados pusieron de manifiesto la existencia de un proceso limitado de mercantilización para algunas variedades de patata. Los investigadores descubrieron que los campesinos de las tierras altas peruanas consideran a la patata como una especie doméstica que posee sus propios sentimientos y vitalidad. Por tanto, emplearon una metodología basada en la teoría actor-red para determinar cómo los campesinos locales aprecian las diferentes variedades de patata. Los resultados indican que los campesinos perciben sus comunidades como una estructura compuesta por múltiples actores, tanto humanos como no humanos. En este contexto, se trabajó para evaluar los valores económico, cultural y social de la patata. Los investigadores demostraron el papel clave de las orientaciones cosmológicas en las prácticas de conservación y cómo estas prácticas afectan a su vez a la propia existencia de la población local. Además, determinaron que las prácticas locales conllevan rituales de cuidado y respeto hacia las patatas. En este sentido, también se describieron los mecanismos mediante los que las políticas de salvaguarda del patrimonio pueden fortalecer la relación entre los seres humanos y los cultivos, que es fundamental para la conservación de la agrobiodiversidad en este territorio. Los hallazgos revelaron además que el Parque de la Patata actúa como nexo de unión entre la patata, los campesinos y los expertos agrícolas a través de un nuevo tipo de política, denominada cosmopolítica. Según la literatura, las cosmovisiones cosmopolíticas intentan resaltar nuevas existencias en una época de creciente circulación de personas, bienes, ideas y capital. La cosmopolítica también incluye generalmente relaciones con entidades no humanas y aproximaciones de diversas ontologías. En este marco conceptual, el equipo propuso encontrar los puntos en común entre los estudios de desarrollo rural y la bibliografía científica conservacionista para enfatizar diferentes aspectos de la conservación para un cambio sostenible. El trabajo de BIOVALUE condujo a una redefinición del concepto de cultivo cosmopolita (la patata), que podría ayudar a los esfuerzos destinados a conservar la biodiversidad de la patata y apoyar el cambio social.
Palabras clave
Biodiversidad de la patata, Parque de la Papa, BIOVALUE, políticas de salvaguarda del patrimonio, tierras altas peruanas